Escoger un patrón demasiado complicado o un tejido malo, querer ir demasiado rápido o incluso seguir mal el patrón… Charlotte Auzou, apasionada de la costura y diseñadora de patrones, detalla los errores más frecuentes entre las principiantesMientras trabajaba en finanzas, Charlotte Auzou, de 32 años, lo abandonó todo para vivir de su pasión, la costura, creando la marca de vestidos 100% personalizables Atelier Charlotte Auzou. También se ha convertido en creadora de patrones muy conocidos entre las apasionadas de la costura, gracias a sus libros que van dirigidos tanto a principiantes como a costureras más experimentadas.
Hemos tenido la oportunidad de conversar con esta talentosa diseñadora que nos ha expuesto los errores que no hay que cometer cuando se empieza en el mundo de la costura. Aquí tenéis una pequeña recopilación de errores que os evitará más de una desilusión.
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Elegir un patrón demasiado técnico
Cuando se empieza en costura, hay una tendencia a pensar que coser una prenda de ropa es algo inaccesible y preferimos lanzarnos a la elaboración de accesorios. Sin embargo, los accesorios no son siempre más fáciles de coser. “Un bolso de mano con cremallera será más complejo que algunas prendas de ropa”, explica Charlotte. Según la diseñadora, es del todo posible comenzar en la costura con la confección de ropa, siempre que se escoja bien el patrón.
Para juzgar si un patrón está adaptado a un nivel principiante de costura, Charlotte aconseja fijarse en el número de piezas que componen la prenda, así como en el número de etapas en las instrucciones. Cuantas más piezas y etapas, más larga será la composición de la prenda. Cuando se empieza en costura, más vale escoger una prenda con pocas piezas.
Charlotte aconseja también evitar los tops y los vestidos que incluyan un cierre invisible, ya que es muy difícil de colocar. En lo que refiere a las mangas, mejor elegir un patrón con mangas ranglán (en los que la costura llega hasta el cuello y permite una unión más fácil) que resultan más sencillos de montar, o mangas clásicas que se montan en plano (técnica utilizada para el jersey u otros tejidos extensibles).
En resumen, para empezar, la diseñadora os aconseja escoger ropas holgadas y de forma simple. Un vestido ajustado será siempre más complicado de coser que un vestido menos ajustado. Entre la ropa más sencilla para ponerse en marcha, Charlotte destaca la falda elástica con volantes de su primer libro, Apprendre à coudre ses vêtements et accessoires [Aprende a coser tu ropa y accesorios].
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Utilizar un tejido difícil de trabajar
La elección del tejido es también fundamental para el éxito del proyecto. Evitad los tejidos demasiado fluidos, como el crepé y la viscosa. “Son difíciles de cortar”, nos explica Charlotte, y no siempre fáciles de coser. Cuando se está empezando, es mejor también evitar los tejidos con mucho elastano (como los jerseys muy finos), así como tejidos a rayas o cuadros, porque se corre el riesgo de caer en la desesperación para conseguir empalmar las piezas… Según la diseñadora, mejor desterrar los motivos grandes y optar por motivos pequeños que no requieran continuidad en la unión de las piezas. Charlotte comparte algunos materiales sencillos para empezar: “algodón, batista, popelín o incluso el Liberty, que siempre aporta un efecto muy bonito”.
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No elegir la talla buena
“Igual que en los comercios, las tallas varían de un diseñador de patrones a otro”, explica Charlotte. Por eso es necesario tomar las medidas correctamente e ir comparándolas con la guía de las tallas suministrada con el patrón de costura. Si tu constitución está entre dos tallas, la diseñadora aconseja coser la talla por encima, “a costa de tener que rectificar las costuras laterales si es necesario”. Si eres una persona menuda, puedes acortar la falda o el top al final. Pero cuidado, si eres de complexión grande, antes de cortar las piezas hay que anticiparse y añadir a lo largo del busto, en la falda o incluso en las mangas, porque luego será demasiado tarde.
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No seguir bien el patrón de costura
Calcar el patrón es una etapa que hay que hacer con precisión, por el riesgo de perder mucho tiempo más adelante o cometer errores. Si se superponen varios patrones sobre una misma plancha (que es lo que pasa a menudo en libros o revistas de costura), hay que “tener a vista el plan de corte y el número de piezas que cortar al mismo tiempo que calcamos”, nos dice Charlotte. El plan de corte os ayudará a identificar bien las piezas que calcar. También es importante añadir con precisión las marcas de costura si no están incluidas y hay que cuidarse de identificar todos los puntos de referencia que os ayudarán a ensamblar luego la prenda.
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Olvidar lavar un tejido que podría encoger
Lavar la tela antes de coserla no es una obligación, dice Charlotte, siempre que se conozca su composición. Por ejemplo, un Liberty no cambiará con el lavado. Si no tenéis claro cómo reaccionará vuestro tejido, mejor lavarlo antes de coser para no encontraros con una prenda demasiado pequeña después del primer lavado a máquina. Lo mejor es informarse sobre el mantenimiento de la tela en el momento de la compra.
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No respetar la dirección del corte de las piezas
En el momento de cortar la tela, es importante seguir el plan de corte que acompaña al patrón o, al menos, cortar las diferentes piezas en la dirección indicada. “Si una pieza hay que cortarla en el sentido del hilo (paralelo a la linde del tejido) y la cortas al bies”, explica Charlotte, “entonces quedará deformada y la prenda no tendrá una caída correcta”.
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Querer ir demasiado rápido
Una de las trampas cuando se cose es querer terminar antes de haber comenzado y, por eso mismo, cometer errores fruto de la impaciencia o de la falta de atención. Para evitarlo, Charlotte recomienda espaciar las etapas en el tiempo. Comenzar por las etapas un poco más fastidiosas (calco del patrón y corte de la tela) y reservar las más placenteras para otro día. Si encadenáis todas las etapas en un mismo día, os arriesgáis a que el cansancio os juegue una mala pasada.
Tampoco olvidéis el sobrehilado de vuestra tela con puntada de zigzag. Es cierto, sobrehilar requiere un poco más de tiempo, pero es la garantía de una prenda bien acabada y duradera. Cuidad también de cambiar vuestra aguja en función del tejido que coséis (aguja talla 70 para un tejido fino, talla 90 para uno medio y 100 para uno grueso). “Como los neumáticos de un coche, las agujas se gastan con el uso y deben cambiarse regularmente”, continúa Charlotte. Si el punto no sale bonito o se forman nudos en el hilo, probablemente es que la aguja ya se ha desgastado.
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No hacer un prototipo
Un prototipo es como hacer un borrador. Se realiza en una tela barata y permite verificar si la prenda cae bien y hacer los ajustes necesarios antes de cortar la prenda final. Aunque a menudo se aconseja hacer un prototipo, explica Charlotte, no es obligatorio en todos los casos y, sobre todo, “depende del nivel de exigencia que cada uno tenga para su prenda”.
Si estás a punto de cortar una prenda ajustada y quieres que salga a la perfección, no hay más secreto: solamente un prototipo podrá ayudarte con eso. Igualmente, “si escoges una tela muy cara o muy valiosa a tus ojos, el prototipo resultará muy útil”, asegura Charlotte. En cambio, si optas por una prenda más bien amplia, no estás obligada a hacer un prototipo previo.
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Olvidar la etapa del planchado
En costura, el planchado es crucial. Es importante ir planchando durante el proceso, entre cada etapa, y abrir las costuras o alisar los márgenes como se indica en el libro de instrucciones. Según Charlotte, la plancha os permitirá marcar los pliegues e incluso puede ayudaros a no prender con alfileres, en los dobladillos especialmente. “El planchado es también lo que permite obtener una prenda profesional”, insiste Charlotte.
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Invertir en una máquina de coser de gama baja
Comprar una máquina de coser de baja categoría es un error, según Charlotte, que explica que el riesgo para una principiante en costura es que se aficione rápidamente y entonces se vea limitada por una máquina de costura que no rinde bien. Para saber si la costura os va a gustar de verdad, la diseñadora recomienda comenzar por recibir unos cursos de costura antes de comprar vuestra propia máquina. Luego, Charlotte aconseja gastar cerca de 300 euros en una máquina de coser eléctrica. ¿Por qué una máquina eléctrica? “Comodidad y facilidad en el uso, numerosas puntos, botonera automática… Las máquinas eléctricas también son menos ruidosas”, concluye Charlotte.