El país sudamericano busca darle respuesta al fenómeno migratorio con una nueva normativa
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La decisión la suelen tomar sus padres, pero son ellos los que desde muy temprana edad tienen que acompañarlos en la larga aventura de dejar el lugar de origen en procura de un mejor destino para vivir. La situación no está exenta de miedos, frustraciones y un arduo camino cargado de discriminación en muchos casos. Se trata de los niños migrantes.
Precisamente, sobre ellos recae una de los principales focos de la nueva ley de migraciones que recientemente fue presentada en Chile.
Es que en los últimos años este país sudamericano se ha transformado en uno de los países de la región con mayor número de inmigrantes que llegan desde diversos puntos de América Latina, entre ellos países como Perú, Colombia, República Dominicana y Haití.
Según datos oficiales, en Chile hay casi 500.000 migrantes, entre los cuales se encuentran miles de niños, quienes se hacen vulnerables debido a estar en una situación irregular y tener que afrontar nuevos desafíos como la adaptación e integración a centros de estudio, además de otros entornos.
Por todo esto la nueva normativa intenta responder qué se hará con ellos como forma de garantizar sus derechos de acuerdo a las diversas convenciones internacionales y de forma independiente a la situación de sus padres.
En ese sentido, entre las propuestas se hace referencia con la creación de una visa especial para niños y adolescentes inmigrantes que actualmente viven en de forma irregular, aspecto que “les permitirá optar por prestaciones de salud y beneficios educacionales”, indica Presidencia de Chile.
Este punto, que había sido anunciado días atrás, es posible desarrollarlo a través del programa Chile Te Recibe, la iniciativa que busca regular de forma gratuita la situación de los niños migrantes y que cuenta como único requisito la presentación de certificado de nacimiento legalizado, sin importar la situación de los padres.
Migración segura, ordenada y regular
Ese fue el concepto utilizado por el gobierno de Chile a la hora de presentar este lunes el nuevo proyecto de ley sobre migraciones (la normativa que se busca sustituir data de 1975) que ahora pasa a estudio del Congreso.
El nuevo proyecto firmado por la presidenta Michelle Bachelet, el mismo día en que se le diera luz verde a la despenalización del aborto en tres causales, pretende crear un Registro Nacional de Extranjeros.
Con proyecto de #LeydeMigraciones, optamos por las reglas claras. Los migrantes tienen derechos que merecen respeto y deberes que cumplir.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) August 21, 2017
Se enfoca en cuatro ejes, entre los que se destacan un sistema de principios, derechos y deberes; se regula el ingreso, salida y categorías migratorias: turistas, visitantes y residentes (temporales, oficiales y definitivos); se establece un procedimiento administrativo sancionatorio y se hace referencia a un sistema nacional de política migratoria.
“Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso, de todo tipo, de chilenos y de extranjeros. Es la causa de la vulneración de derechos y la precariedad en muchos sectores laborales. Creemos que se puede equilibrar la exigencia del cumplimiento de los deberes con el reconocimiento de derechos de los migrantes”, expresó Bachelet durante la firma del proyecto, reproduce el sitio de Presidencia.
A la hora de explicar qué se busca con esta nueva legislación, desde la Presidencia chilena se afirma que se pretende “actualizar la valorización sobre la migración”, además de destacar al fenómeno como un “aporte al desarrollo económico, social y cultural”.
Además de la situación de los menores, la ley contempla la prohibición del ingreso al país de personas condenadas o procesadas con delitos graves o asociadas al crimen organizado. En cuanto a éstos, a través de un procedimiento sancionatorio también se prevé la posibilidad de expulsión.
Es así que Chile intenta darle respuesta al fenómeno migratorio. Lo hace por medio de la presentación de una normativa -fuertemente reclamada- en un momento clave debido a la tensión de los últimos meses con respecto al tema migratorio. Son varios quienes han estado marchando y haciéndose oír en los últimos días ante el miedo al posible recrudecimiento de las medidas.
Pero tampoco faltan las personas y las organizaciones, entre ellas muchas vinculadas a la Iglesia, que siguen acompañando en todo proceso a quienes están pasando por una situación de debilidad. Para estas personas que vienen de lejos todos ellos son abrazo, garantía y refugio.