¿Ajustadas o anchas? ¿Cómo lucir mejor? Mira estas ideas y fotos
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Uno de los muchos retos del embarazo — junto a las náuseas matinales, los dolores de espalda, la falta de sueño y maniobrar con la panza en los estrechos baños del avión — es la moda. Por supuesto, si tuviéramos el presupuesto de una Jessica Alba o de una Natalie Portman, más un acceso a un entrenador personal y un chef especializado en dieta paleo, estaríamos perfectas. Pero somos nosotras. Y tenemos el armario lleno de ropa que ya no nos entra.
¡No desesperes! No es tan duro como parece vestir ese cuerpo cambiante de una forma aceptable. Estos seis tips pueden ayudar.
1. Primer y segundo trimestre: Déjalo fluir
Siluetas flotantes, especialmente en la parte superior, son una buena forma de vestir la barriguita en el primer y segundo trimestre. No te arruinarás comprando lindos tops con bonitos drapeados, y en los meses después del parto, mientras tu barriguita vuelve a su tamaño normal, agradecerás esa silueta más indulgente. Así que viste camisas y vestidos holgados con plena confianza, y quizás busca equilibrar la parte de arriba con leggings o pantalones más ajustados con una cintura elástica.
2. Tercer trimestre: Ponte cómoda
En el tercer trimestre, los tops fluidos pueden llevar rápidamente a una silueta “tienda de campaña”, que no es el look favorito de la mayoría de las mujeres. Intenta cambiar a las siluetas de forma marcada, como camisas o tops con fruncido y estiramiento. Los vestidos simples y prácticos con frunces también pueden ser una opción versátil, sobre todo en negro o azul marino. Además del fruncido y estiramiento, busca tela con un tacto suave y transpirable.
3. Prueba con una silueta envolvente
La silueta envolvente — sea un vestido o una falda con camisa que marca claramente dónde empieza y dónde acaba tu tripa — es también una opción elegante si no quieres mostrar demasiados bultos.
4. Cualquier trimestre: Pon el interés en la capa superior
Tanto si estás al principio como al final del embarazo, la división en capas es tu aliada, porque te permite poner el énfasis en la capa superior y quitarlo de la parte inferior. Usa camisolas, camisetas o vestidos sencillos en la base, y encima una larga chaqueta o un guardapolvo. ¿Y en verano? Puedes lograr ese efecto con un fular o un collar largo.
Si necesitas marcar las formas, puedes probar un delgado cinturón sobre la tripa. También puedes separar visualmente el busto de la tripa anudando los extremos de la camisa en un vestido amplio, o anudando la camiseta sobre la tripa.
5. Mejor una gama de colores neutra
Los colores fuertes son divertidos, pero a menudo demasiado colorido resulta difícil de combinar. (No, el turquesa y el morado no combinan…) Mejor decantarse por los colores naturales sencillos (como blanco, crema, negro o beige) que vayan con tu tono de piel, y poner el acento de color en los accesorios, o combinarlos con neutros (como azul marino y gris). Si los colores neutros no te acaban de gustar y prefieres el color vibrante, recuerda que siempre puedes ponerte un pañuelo colorido o unos zapatos rojos.
6. Invierte en pantalones de embarazo y leggings
Las dos prendas que más llevarás de todas son los pantalones de embarazo y los leggings. Búscalos de calidad y que resistan muchos lavados y secados sin que pierdan la forma. La única manera de encontrar los mejores pantalones es probándolos, porque la forma de cada cuerpo femenino es distinta— una mara o tipo que va con una mujer podría ir mal para otra. Ten presente que un par fiable de pantalones para diario te dará tranquilidad: sólo tendrás que pensar en qué te pones arriba.