Se trata de “La Lechuga” y la “Santa Bárbara”, dos obras de arte barroco colombianas emblemáticas y pertenecientes a su rico patrimonio, ambas significativas por ser una expresión de auténtico “mestizaje”.
“Las dos obras estarán en la sala Murillo, dedicada a la pintura española. Decidimos que fuera allá para mostrar el diálogo entre el arte colonial europeo y la apropiación que hicieron de él los artesanos criollos. La Lechuga y la Santa Bárbara no son un simple cortar, copiar y pegar del barroco español, sino la expresión de múltiples mezclas. Somos hijos de ese legado prehispánico y español”, dijo a El Espectador Fabián Sanabria, representante del intercambio cultural entre Francia y Colombia denominado Año Francia-Colombia.
En el caso de “La Lechuga”, se trata de una custodia perteneciente a la Iglesia de San Ignacio en Bogotá caracterizada por estar fabricada con casi 1.500 piezas de esmeraldas de color verde (aspecto que le terminó dando el nombre).
La fecha de elaboración fue entre 1700 y 1707 a manos del orfebre español José Galaz y fue protegida por la Compañía de Jesús a lo largo de muchos años, incluso sobreviviente de varios de los destierros que sufrieron los jesuitas. “La Lechuga”, una obra fuertemente reconocida a nivel internacional, fue exhibida en años anteriores en otros museos de gran renombre como el Museo del Prado (España) y representa una de joyas religiosas más respetadas Hispanoamérica.