Dos vidas ejemplares que Papa Francisco quiere honrar, ambos sufrieron decisiones del Santo Oficio
En su visita a Barbiana y Bozzolo Papa Francisco visitó las tumbas de Don Lorenzo Milani y Don Primo Mazzolari, allí les rindió homenaje y rezó por ellos. ¿Quiénes fueron estos dos sacerdotes? ¿Por qué quiso visitarlos el Papa?
Don Lorenzo Milani fue párroco en una pequeña parroquia de montaña. Allí se dedicó a reunir a los jóvenes en la casa parroquial con una escuela popular. Tras la escuela organizó para los primeros seis chicos una escuela de iniciación industrial. En mayo de 1958 publica su libro “Experiencias pastorales”, iniciado ocho años antes en San Donato. Ese mismo año el libro es retirado de la venta por orden del Santo Oficio, porque considerarse inapropiada su lectura.
Seguirá publicando escritos, como por ejemplo: “Carta a una Maestra”. En ella muestra un método pedagógico de educación no tradicional que se convierte en un movimiento educativo laico a favor de los pobres. Escribe el padre Giancarlo Pani, vicedirector de “La Civiltà Cattolica”: “el objetivo de la escuela de don Milani, era formar a los chicos como maestros, sindicalistas o trabajadores con plena conciencia civil y responsabilidad social. Por esto el punto cardinal de la pastoral del prior de Barbiana era la escuela”.
Don Primo Mazzolari mantuvo durante toda su vida una gran oposición al fascismo. Durante la I Guerra Mundial el padre Mazzolari es soldado en Génova, caporal en el hospital militar de Cremona luego, y por último capellán militar.
Tras terminar la guerra, en 1932 es nombrado párroco de Bozzolo donde inicia un camino eclesial y pastoral, literario y social, ligado a los movimientos políticos italianos. Colabora con la resistencia partisana, movimiento armado de oposición al fascismo y a las tropas de ocupación nazis instaladas en Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue arrestado tres veces, buscado por la SS por mandato de captura entra en clandestinidad y se esconde en Gambara y luego en Bozzolo. Tras la Liberación prepara a los jóvenes para la democracia y en 1949 funda el periódico Adesso, para evangelizar a los más pobres y a los campesinos, que le procura diez sanciones de la autoridad eclesiástica.
También sufrirá las decisiones del Santo Oficio que le prohibieron predicar fuera de la diócesis y escribir, pero más tarde el Papa Montini lo invita a predicar en la Misión de Milán y Juan XXIII lo recibe en audiencia privada.
El Padre Mazzolari es definido por muchos “el párroco de los lejanos”; “el párroco de Italia”: su mirada siempre estuvo atenta también a aquellos que no estaban, a los ausentes, a quienes necesitaban sentir una cercanía.
Con información de Radio Vaticana