El Pontífice exhortó a realizar un gesto concreto por los necesitados en su primer mensaje en ocasión de I Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará el domingo, 19 noviembre de 2017
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El papa Francisco almorzará en el Vaticano con cientos de personas pobres después de presidir la misa en la Basílica de San Pedro el domingo 19 de noviembre. Se trata del día de la I Jornada Mundial de los Pobres y el Papa en su mensaje invita a que cada uno tenga un gesto de caridad y atención con otra persona pobre.
“Ese día en la Basílica de San Pedro se esperan alrededor de 6000 personas. Hemos tenido contacto con las instituciones que se ocupan de la ayuda a los pobres en Roma y ellos se encargarán de mirar como todos los que vayan a la misa, esos pobres, puedan beneficiar de un gesto particular”.
Sucesivamente, el papa Francisco almorzará junto con 500 personas necesitadas, invitadas a una gran mesa servida en el Aula Pablo VI del Vaticano. “Instituciones de la Iglesia ofrecerán el servicio, y el Papa compartirá con ellos para manifestar un gesto de cercanía”.
El objetivo manifiesto de la iniciativa del Pontífice es que este gesto se repita cada año en el Vaticano, en ocasión de la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres. “Se procurará que repitiendo la jornada, cada año muchas más personas tengan esta oportunidad de compartir con el Santo Padre”.
“No amemos de palabra sino con obras”, es el titulo elegido por Francisco para su primer Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres, que él mismo instituyó al concluir el Jubileo de la Misericordia y que fue presentado este martes 13 de junio de 2017 en el Vaticano.
La presentación en la Oficina de Prensa de la Santa Sede estuvo a cargo de monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y monseñor José Octavio Ruíz Arenas, Secretario del mismo Consejo.
¿Invitar un pobre a mi mesa, mi casa?
El Sucesor de Pedro en un gesto radical (referido a la raíz del Evangelio) invita a cada fiel de la Iglesia Católica a que se siente a la mesa con un pobre, prepare un almuerzo, una comida, o que se tenga algún otro gesto concreto de atención especial hacía los últimos y necesitados.
Un acto de atención mínimo pero significativo ,considerando que existen tantas dimensiones de la pobreza que enfrenta un ser humano: material, espiritual, afectiva, existencial, entre otras.
“El Papa dice: ‘Voy a dar un gesto aquí en el Vaticano, ojalá que cada familia hiciera lo mismo; puede ser un pariente, puede ser un amigo, una persona desconocida, etc,’. Pero, lo importante sería que en la medida de lo posible tengamos esa particular consciencia de ayudar a una persona concreta”, dijo en diálogo con Aleteia, José Octavio Ruíz Arenas, Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
En este mensaje que podría causar controversia por esta opción preferencial por los pobres se subraya el ejemplo evangélico que tiene origen en la misión de la Iglesia.
Se trata de una “invitación a seguir a Jesús, vivir como Él, predicar como Él”. “Los pobres son esa riqueza para la Iglesia y que nosotros deberíamos custodiar”, explicó el alto prelado colombiano.
Los comunistas nos han robado la bandera de los pobres, que es del Evangelio y de Jesús, ha explicado en una ocasión el papa Francisco (Entrevista al Messaggero: 29 de junio de 2014).
“Desde el comienzo mismo vemos el comportamiento de Jesús y vemos como después los apóstoles cuando comenzaron a predicar el Evangelio fue a causa de su interés por los pobres, por su ayuda, por su generosidad, y autenticaron su Palabra con el testimonio de vida”, sostuvo el también teólogo.
De esta manera, el llamado del Papa es universal como la Iglesia y “no entra en política, ni en ideologías”, parafraseando al arzobispo colombiano.
¿Por qué una Jornada Mundial por los Pobres?
“El Papa ha querido instituir esta Jornada Mundial por los pobres para hacernos tomar consciencia de que es una realidad presente y que no podemos nosotros voltear la cara […]. Sabemos que la pobreza está en todo el mundo. Sabemos que la gran fuente de pobreza es precisamente la mala distribución, el egoísmo, el acaparamiento, de los bienes materiales, el olvido de los demás”, respondió el Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Un compromiso que no sólo pertenece a la Iglesia como Institución o a las grandes organizaciones que se ocupan de la pobreza. Monseñor Ruiz Arenas confirma que al sentir del Papa debe ser un llamado para todos: “Se debe de pensar en los pobres, aún en lo poco que yo tengo, en lo poco que yo soy; puedo tender la mano a una persona en la necesidad”.
“En la Jornada mundial de los pobres significa que ese día tenga al menos una principal atención por ellos y se vaya convirtiendo en un hábito, una costumbre, el estar atento a los hermanos que tienen necesidad”, ratificó.
Claves del Mensaje
De hecho, existen algunos punto firmes del mensaje. El Papa Francisco recuerda la “preocupación de la Iglesia por los pobres, siguiendo la enseñanza de Jesús, desde el Apóstol Pedro y los primeros cristianos”.
Llamamiento de la Iglesia que los cristianos “no han escuchado completamente” para dejarse “contaminar por la mentalidad mundana”. La esperanza está en “el Espíritu Santo” que “no ha dejado de exhortar” a los que siguen a Jesús a “fijar la mirada en lo esencial”.
La caridad, la misericordia presentes en dos mil años de cristianismo. Hombres y mujeres, se han dedicado a los pobres “con toda sencillez y humildad, y con el generoso ingenio de la caridad, han servido a sus hermanos más pobres. Entre ellos destaca el ejemplo de Francisco de Asís, al que han seguido muchos santos a lo largo de los siglos”.
Con su Mensaje, el Papa invita “a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro”.
Una ocasión de hacer el bien independientemente del credo. El Pontífice provocó “a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad”.
Una opción teológica y pastoral por los pobres. “Dios creó el cielo y la tierra para todos; son los hombres, por desgracia, quienes han levantado fronteras, muros y vallas, traicionando el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna”.