Una ambiciosa propuesta de integración que atraviesa la Cordillera de los AndesSe trata de un tramo de casi 14 kilómetros que forma parte del proyecto del corredor bioceánico que conectará al Océano Pacífico con el Atlántico desde Chile (Coquimbo) hasta Brasil (Porte Alegre).
El Túnel de Agua Negra, tal cual se denomina, “es el eslabón más preciado de un segundo corredor Bioceánico que unirá el Atlántico con el Pacífico en la región central de ambos países”, indica la propia entidad binacional encargada del proyecto.
Pero una de las peculiaridades más destacables de esta iniciativa –que va desde Coquimbo en Chile hasta San Juan en Argentina- que tiene que ver con poder sortear uno de los obstáculos naturales más grandes entre ambos países como lo es la Cordillera de los Andes.
Si bien el proyecto aún está en etapa inicial y recientemente fueron presentadas las 29 empresas, agrupadas en 10 consorcios que competirán por la construcción del túnel, representa un plan ambicioso de integración regional.
“Se espera de esta obra un aporte sustancial para mejorar la integración social y promover el crecimiento económico de esta parte sur del continente americano. Las características técnicas y el emplazamiento geográfico del Túnel de Agua Negra le confieren un carácter singular, a nivel internacional”, agrega la entidad en su sitio web.
En ese sentido, además de manejarse con altos estándares medioambientales, se proyectan dos túneles de ida y vuelta con galerías peatonales de emergencia, además de sofisticados sistemas de ventilación.
El costo estimado para la construcción total es de 1.500 millones de dólares y se prevé la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ya otorgó un primer préstamo para el avance del diseño del proyecto. En cuanto a plazos, se estima que su construcción lleve entre nueve y 10 años.
Más integración, más beneficios
El túnel reforzará la integración entre Chile y Argentina, países que ya cuentan con varios pasos carreteros. Además, representa, para ambos países, el segundo túnel que atraviesa la cordillera.
El otro pasaje es el de “Cristo Redentor” (comunica a Mendoza en Argentina con la Región de Valparaíso en Chile). Las propias autoridades a cargo dejaron en claro que el objetivo es que ambos caminos puedan complementarse y no competir.
Pero el beneficio no se agota en estos países, sino que favorecerá también a otros vecinos en pos de un mayor fortalecimiento económico y social de la región. De esta manera, el túnel más largo de América Latina avanza en su consolidación.