¿Te sientes ya tan agotado que ya no tienes motivación para hacer lo que te gusta?¿Te sientes ya tan agotado que ya no tienes motivación para hacer lo que te gusta? ¿Te sientes ya tan hundido que no consigues ver alegría en lo que haces y todo es motivo de irritación?
Pues atención. Es muy común que las personas confundan agotamiento mental y depresión, porque ambos problemas tienen síntomas en común.
El agotamiento está generalmente asociado al estrés laboral y al desgaste mental. La depresión puede o no estar relacionada con el trabajo.
La personas con agotamiento mental presentan problemas de atención, y el nivel de agotamiento puede ser medido de acuerdo con el número de lapsos cognitivos que la persona tiene en un día, tales como decir cosas sin pensar, olvidar nombres, no darse cuenta de una señal de peligro cuando conduce.
Los estudios demuestran que los hombres tienen más dificultades para asumir que están agotados. Muchos de ellos creen que esto es una señal de debilidad. Otros están tan absorbidos en proveer a las necesidades materiales de la familia que no admiten que pueden haber pasado sus propios límites.
Las consecuencias de esto pueden ser desastrosas.
Por eso es muy importante identificar sus síntomas para acudir, si es necesario, a un especialista a pedir ayuda:
Tormenta en un vaso de agua
Cuando, la persona pierde el control ante el más pequeño de los problemas, ya es un signo claro de agotamiento.
En esa situación, la persona está tan agotada en sus capacidades mentales que ya no consigue distinguir con claridad un problema simple de algo realmente grande.
Cansancio crónico
Sentirse exhausto es uno de los principales síntomas de agotamiento.
No se trata solo de sentirse extremadamente cansado una vez u otra. Se trata más bien de un sentimiento constante de cansancio. La persona se siente continuamente sobrecargada y agotada.
Inmunidad baja
La adrenalina que el cuerpo produce en las situaciones de estrés ayuda a la persona a estar en alerta. Pero produce estragos en el sistema inmunológico.
Como la resistencia disminuye, la persona tiende a ponerse enferma con más frecuencia. Enfermedades que pueden ir desde resfriados, crisis de jaqueca, dolores de estómago hasta palpitaciones en el corazón.
Sentimento de ineficacia
La persona mentalmente agotada siente que no consigue lograr sus objetivos en la vida.
Con ese sentimiento, la confianza de la persona cae, se siente aún menos capaz ante los desafíos. Esto genera efectos desastrosos en la autoestima.
Apatía generalizada
El entusiasmo por el trabajo se apaga y parece que todo y todos son motivos de descontento para la persona agotada.
La persona agotada ya no se siente motivada en lo que hace y se contenta con hacer lo mínimo. Muchas veces pierde la motivación para hacer las cosas que le gustan.
Perfeccionismo exagerado
Investigaciones recientes muestran que las personas perfeccionistas tienen un riesgo mucho mayor de agotamiento. Esto porque el patrón de perfección creado por ellas consume mucha energía, lo que lleva a un desgaste aún mayor.
Ese tipo de persona necesita valorar con sinceridad si la perfección es realmente esencial para cada proyecto específico. La respuesta generalmente es “no”.
Sin parar
Tener un tiempo para la recuperación es muy importante en la prevención del agotamiento.
Es necesario encontrar maneras de recuperarse durante el trabajo (en pequeños intervalos), pero también después del trabajo (por la noche, los fines de semana, las vacaciones).
Cuando hablamos de descanso, no estamos refiriéndonos solo a dormir. Sino, también, a dedicarse a actividades que dan placer – una actividad física, un paseo en familia, un hobby.
Muchas demandas de trabajo y pocos recursos
Podemos explicar las “demandas de trabajo” como todo aquello que hay que hacer – y, por tanto, que consume esfuerzo y energía.
Por “recursos de trabajo” podemos entender todo aquello que motiva, que nos ayuda a alcanzar los objetivos.
Las demandas del trabajo no son necesariamente malas. Pero, a causa de la energía que consumen, tienen que estar equilibradas con los recursos de trabajo.
El dinero es un recurso de trabajo muy importante – la expectativa de la remuneración que recibirás motiva a hacer lo que es necesario hacer. Pero ese no debe ser el único recurso de trabajo.
La alegría y la satisfacción que produce la actividad son muy importantes también (¡tal vez incluso más que el dinero!).
Aunque no todos tienen la oportunidad de hacer profesionalmente aquello que realmente les gusta, sí todos tienen la oportunidad de usar sus dones y talentos en el servicio voluntario.
Ese tipo de trabajo no genera riqueza, pero trae consigo importantes recursos de trabajo, como la alegría en el servicio, el amor al prójimo y la gratitud. Recursos estos que dan energía para hacer todo lo demás.
El agotamiento ha sido descrito como el mayor riesgo profesional del siglo XXI.
Conocer sus síntomas y cómo disminuir sus efectos es un primer paso muy importante hacia una vida plena y feliz.
(Por Marilia de Andrade Conde Aguilar, via Psicologias do Brasil)