Claves de la diplomacia y agenda internacional del Papa, justo antes de su audiencia con Donald Trump
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¡El hombre y no el dinero vuelva a ser el fin de la economía!, dijo hoy el papa Francisco para marcar uno de los puntos importantes de su agenda internacional y diplomática en las funciones de la Santa Sede.
Francisco insiste en una toma de conciencia de algunos comportamientos que “agudizan los problemas” en el camino de la paz mundial.
De esta forma, advirtió sobre las conductas de una “economía” y unas “finanzas” que, “en lugar de servir al ser humano concreto, se organizan principalmente para servirse a sí mismas y escapar del control de las autoridades públicas, que siguen siendo responsables del bien común, pero carecen de las herramientas necesarias para moderar los apetitos exagerados de unos pocos”.
Así, quedó patente en las palabras que dirigió a un grupo de embajadores que presentaron ante el pontífice sus cartas credenciales en la Sala Clementina del Palacio Apostólico este jueves 18 de mayo 2017.
Sin mencionar una palabra de la primera audiencia que concederá la próxima semana al presidente de los Estados Unidos, Francisco aclaró varios puntos de su agenda internacional en la audiencia a los embajadores de Mauritania, Nepal, Trinidad y Tobago, Sudán, Kazajstán y Niger.
El obispo de Roma, además, alertó de “la tendencia creciente a considerar el recurso a la fuerza no como ultima ratio sino casi como un medio entre otros, disponible para ser utilizado sin una evaluación exhaustiva de las consecuencias”.
“Otro factor – añadió – que agrava los conflictos es el fundamentalismo, el abuso de la religión para justificar la sed de poder, la explotación del santo nombre de Dios para que progrese, por cualquier medio, el propio proyecto hegemónico”, constató.
En fin, la agenda internacional del Papa está volcada hacía la paz en el mundo. Por ello, insiste en “la construcción de una economía y una finanzas responsables frente a las suertes del ser humano y de las comunidades donde vive”.
Francisco exhorta a que la diplomacia sea el motor de la paz y “no con la exhibición de la fuerza y su uso precipitado y desconsiderado”.
Por tanto, es posible que Francisco manifieste ante Trump su preocupación por la economía que no debe subordinar la vida, ni la dignidad de las personas y, por otro lado, el rechazo del uso de la fuerza militar solo por caprichoso poder. En común: la lucha contra el fundamentalismo y el respeto a la vida hasta el final.
“Es indispensable, además, aislar a todo aquel que intenta transformar una pertenencia y una identidad religiosa en razón para odiar a todos los demás. A quien desfigura así la imagen de Dios hay que oponer un esfuerzo concertado para demostrar que su Nombre se honra salvando vidas, no matándolas, llevando reconciliación y paz, no división y guerra, con la misericordia y la compasión y no con la indiferencia y la brutalidad”, dijo Francisco a los embajadores.
Cabe mencionar que durante la rueda de prensa en el vuelo de regreso de Fátima a Roma, el Pontífice cuestionado sobre sus expectativas sobre Trump dijo: “yo nunca hago un juicio sobre una persona sin escucharla, creo que no debo hacerlo. En el diálogo giran las cosas”.
“Yo diré lo que pienso y ellos dirán lo que piensan. Pero yo nunca he querido hacer un juicio sin escuchar a la persona. Sobre esto lo saben bien”, explicó.