Sólo el musulmán misericordioso da testimonio de su creencia“Ciertamente, Mi Misericordia es superior a Mi ira” (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
“En el islam, como en el cristianismo, la misericordia (Rahma) es un atributo de Dios. Ambos, adoran “al Dios único, misericordioso” (Lumen Gentium).
Junto con otros dos nombres de Dios (el Viviente, al-Hayy y el Real, al-Haqq), el Misericordioso aparecería en los textos sagrados como sinónimo de Dios mismo. Aún más: el nombre propio de Dios en el islam es al-Rahim (El Misericordioso). Se pronuncia después del nombre de Dios (Allah), en la fórmula ritual antes de citar cualquier pasaje del Corán: “¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso! (Bi-smi Llahi-l-Rahman-l-Rahim).
Puede resultarnos familiar la imagen de un Dios que expresa su Misericordia mucho más allá de lo que lo haría una madre con su hijo pequeño. Un gesto de atención, cuidado y ternura sin límites. Así también se concibe en el islam.
En este sentido, todo acto de Dios hacia el ser humano, hacia el universo creado, es una muestra de su divina misericordia. Como también lo es el mensaje revelado a través de los profetas, satisfaciendo la necesidad del espíritu del hombre de ser iluminado y guiado: “cuando se calmó la ira de Moisés, cogió las Tablas. Su texto contiene dirección y misericordia para quienes temen a su Señor” (Qur. 7, 154). Siguiendo Sus leyes, el hombre producirá frutos abundantes,
De los 99 “bellos nombres de Dios”, la cualidad Misericordioso (Rahim) aparece 115 veces en el texto sagrado. Igual sucede al sustituir el nombre de Allah por al-Rahman (el Misericordioso), que aparece citado 57 veces, normalmente asociado a otro de los atributos de Dios: Gafur, el que perdona (70 veces).
Este hecho puede mostrarnos que la Misericordia de Dios es, ante todo el que otorga perdón, gracia, clemencia. De este modo, el atributo de Dios, también es uno de los principales valores morales del islam. Es una guía de comportamiento.
En el islam, la misericordia es una disposición de la fe, que cada creyente debe poner en práctica para sí mismo y para el prójimo. Sólo así puede considerarse que dan testimonio de su creencia.
Al Tabarani, uno de los más importantes eruditos del hadith (acciones y dichos del Profeta) recogió las palabras de Muhammad, que decía: “no serán creyentes hasta que no sean Misericordiosos”.
Aún más, la Misericordia, genuinamente entendida, es aquella que se practica más allá de los afectos personales, entre familia y amigos. Así, el islam subraya su valor al tratar de extenderla a un círculo lo más vasto posible
La distribución de la misericordia divina fue mencionada por el profeta, tal y como recogen Al-Bujari, Muslim o At-Tirmidhi: “Dios ha dividido la misericordia en cien partes, ha colocado una de estas partes en la creación para que se tengan clemencia unos a otros, y ha reservado las noventa y nueve partes restantes para el juicio, como una gracia hacia sus siervos”.”
Así, la misericordia divina que se mostrará en el día del juicio es mucho más grande de lo que pueda el hombre concebir. Esa única parte, reservada a la creación, se manifiesta en el amor de una persona por otra, y de éstos hacia lo creado.
En el año del Jubileo, el papa Francisco insistía en que es justamente la misericordia la que relaciona a cristianismo, judaísmo e islam. Algo que fue muy apreciado por los dirigentes musulmanes.
En su reciente visita a Egipto, recordaba insistentemente la misericordia como un valor compartido: “Vivimos bajo el sol de un único Dios misericordioso”. Sólo viviendo este valor esencial tanto en las relaciones humanas como en las políticas, es posible que despunte “el alba de una civilización de la paz y del encuentro”.