Organiza las tareas para hacer un traslado de domicilio y ármate de valor y positividad
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Una mudanza es mucha tela. Normalmente va precedida de un proceso de decisión difícil, supone muchos cambios, para nosotros y para la prole. Así y con todo, y aunque casi siempre son un salto al vacío, te encomiendas y p’alante. Digo casi siempre porque a veces no hay opción ni apenas tiempo para hacerse a la idea. En ese caso, es duro pero, al menos, te comes menos la cabeza.
Una vez que el cambio de domicilio ya se confirma, toca pensar en ella, en la mudanza, la eterna enemiga a la que podemos llegar a encontrarle una cara más amable. Incluso, me atrevo a decir, el balance después suele ser positivo.
Y sin más dilación, estos son algunos consejos que te ayudarán a hacer de la mudanza una experiencia menos pesada:
- Haz limpieza: El primer consejo es aplicable desde el mismo instante en el que se confirma el traslado. Tira trastos: los apuntes de la carrera, juguetes rotos… Haz bolsas de ropa y zapatos que no te pones pero que están en buen estado para después donarlos. Respecto a otras cosas de casa, muebles, cuadros, espejos, elementos de jardín o terraza que no vayas a usar en el siguiente destino, tienes dos opciones: la primera, organizar un mercadillo. Es divertido, ganas unos eurillos para una cena de despedida y no acumulas. Y la segunda, por si te da vergüenza montar el mercadillo, puedes ir a un comercio de segunda mano, como los cash converters, o bien vender estos objetos a través de una tienda on line de segunda mano o una aplicación móvil como wallapop. Pero vamos, no acumules, que lo que se lleva es el minimalismo.
- Casa nueva, nuevo comienzo. Festéjalo con un buen vino, una cerveza o algo similar. Es un comienzo especial. Celebrad esta nueva etapa. Compra velitas con un olor nuevo o una planta para la casa nueva.
- Cocina primero. Deshaz primero las cajas de cocina. Por varios motivos, primero porque vas a necesitar comer incluso estando de mudanza, pero también porque suelen embalar el menaje metiendo pocas piezas por cajas, por lo que tendrás muchas cajas tituladas “COCINA”. Vaciarlas no te llevará tanto tiempo y te quitarás un gran volumen de cartón. ¡Al contenedor de reciclar, por amor de Dios…!
- Los imprescindibles, a mano. Tan importante como comer es dormir y ducharse. Te ahorrará tiempo y trabajo preparar de antemano una maleta con la ropa blanca imprescindible para hacer las camas y dormir a gusto los primeros días. ¡Así no te volverás loco/a buscando la caja donde están!
- Haz un inventario y registra las pérdidas. Desgraciadamente se perderán y se romperán cosas. Asúmelo. Algunas, con un valor sentimental irremplazable, aunque depende de lo que te paguen por ellas. Por eso, comprueba cuanto antes qué falta o qué se ha roto y haz fotos de los desperfectos para después reclamarlos a la empresa de mudanzas.
- Turn it off. Al guardar juguetes o los aparatos electrónicos asegúrate de que les quitas las pilas o los apagas. Evitas así despertares nocturnos no deseados.
- Canguro. Si tienes niños y es posible, “empaquétalos”. Desembalando cajas, surgen escenas matrimoniales que no tienen porqué presenciar las pobres criaturas. Y además, te cundirá más el tiempo.
Artículo de Sabela Zumalacárregui originalmente publicado en Netisimmas.