Las anécdotas detrás de estas piezas tan bellas como fascinantes
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Hoy 23 de marzo se cumplen siete años de la muerte de Elizabeth Taylor, quien fue tan famosa como actriz como por su fascinación por los diamantes. La mayoría de estas alhajas eran valiosas reliquias antiguas y se las regaló el gran amor de su vida, Richard Burton, así que su relación con sus joyas era una mezcla de vanidad con sentimentalismo y un toque de novela (tanto personal como histórica).
1. La Peregrina
Esta hermosa y rara perla en forma de lágrima estuvo viajando por el mundo hasta llegar al cuello de Taylor. Se dice que fue encontrada en Panamá en 1579 aproximadamente y fue llevada a España, donde fue adquirida por el rey Felipe II y fue parte de las joyas de la corona durante 8 generaciones. Luego fue llevada a Francia y, finalmente, en el siglo XX, llegó a los Estados Unidos, donde fue adquirida por Burton en una subasta en 1967 para dársela de regalo. Elizabeth se encargó de diseñar el collar de perlas y rubíes para enmarcar a La Peregrina y la firma Cartier de hacerlo.
2. Los anillos Ping Pong
Para cualquiera de nosotras sería normal apostar algo sencillo durante una competencia deportiva, pero esta pareja era todo menos tradicional. Burton le dijo a Elizabeth que si le anotaba 10 puntos en su juego de ping-pong, le compraría un diamante. Ella anotó 30 (vamos a llamarlo la persuasión correcta) y este hermoso set de tres anillos fue la recompensa.
3. La Tiara Mike Todd
Cuando el productor de cine le propuso matrimonio en 1957, se presentó con esta antigua y elegante tiara de diamantes del año 1880 y le dijo: “Tú eres mi reina”. Elizabeth la usó por primera vez en la alfombra roja de los Premios Oscar de ese año y les dio mucha suerte, ya que el film de Todd, Around the World in 80 Days, ganó la estatuilla de Mejor Película.
4. El Taj Mahal
Se dice que este enorme diamante en forma de corazón fue tallado por primera vez en 1630. Perteneció al emperador Shah Jahangir y en él está inscrito el nombre de su mujer: Nur Jahan. La joya fue heredada por su hijo, Shah Jahan, quien fue el que construyó el famoso Taj Mahal en la India en memoria de su esposa. Richard Burton le quiso comprar a la actriz este diamante como parte de su regalo de cumpleaños #40 y bromeó diciendo que le hubiera gustado regalarle el icónico mausoleo, pero era muy difícil y costoso transportarlo.
5. El anillo de rubí Richard Burton
Él le había prometido que le conseguiría un rubí de un “rojo perfecto” y lo cumplió. Tardó cuatro años en encontrarlo pero lo logró y le pidió a la renombrada firma joyera Van Cleef & Arpels que se lo montara en este espectacular anillo. Para darle la sorpresa, lo colocó en su bota de Navidad en 1968.
Sin duda, estas joyas tienen valor por donde se las mire. No sólo por su costo en dólares, sino por lo que significaron para Taylor y la historia atesorada en cada una de ellas. Además, luego de su muerte, todas fueron subastadas y parte de los varios millones de dólares recaudados fueron donados a su fundación para continuar la lucha contra el VIH.