separateurCreated with Sketch.

¿Qué hacer si alguien vomita después de comulgar?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Henry Vargas Holguín - publicado el 15/03/17
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Cuando una hostia se disuelve deja de ser la Eucaristía

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

La Iglesia dice que la presencia de Cristo en la Eucaristía permanece “siempre y cuando” subsistan las especies eucarísticas”.

“La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas” (Catecismo, 1377). Esto significa que Jesús estará presente en las especies eucarísticas, siempre que éstas conserven sus propiedades accidentales de pan y de vino.

En consecuencia si una hostia consagrada, por ejemplo, se mete entre el agua o se ha deglutido, se disuelve y al ser disuelta ya deja de ser la Eucaristía.

Lo mismo pasa cuando se derrama agua para disolver la poca sangre de Cristo que queda dentro del cáliz para “purificarlo” después de la comunión; el vino consagrado deja ya de ser la Eucaristía.

Y lo mismo pasa con esas partículas microscópicas o invisibles que caen desde la hostia consagrada, son partículas tan pequeñas como para ser reconocibles como “pan”. Dichas partículas dejan de ser la Eucaristía, ya que claramente no conservan la apariencia del pan.

Visto lo anterior, cuando alguien vomita después de haber comulgado, no vomita el pan eucarístico, no vomita al Señor; vomita lo que debe vomitar. En un vómito ni siquiera existen las especies eucarísticas. En este caso no se hace nada en especial; simple y tranquilamente se hace la limpieza que cada quien hará como sepa o pueda.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.