Cambios en el proyecto educativo de la institución y la ideología de género como debate de fondo
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Un intercambio de cartas entre dos obispos argentinos hecho público expuso una grave situación en una de las instituciones que congregan a más jóvenes católicos: el escultismo. En la Argentina, desde la década del 90 los scouts católicos integran una misma asociación con scouts que profesan distintas religiones, en una entidad que busca aunar distintas espiritualidades.
Y pese a que, según cifras manejadas por la Iglesia, el 96% de los scouts en el país son católicos, desde la dirigencia nacional scout se modificaron términos en el proyecto educativo que, según los arzobispos de La Plata y Buenos Aires, dan lugar a enseñanzas que no son propias de la Iglesia, y sí lo son de la ideología del género.
En una carta difundida estos días, pero enviada en diciembre por el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, a monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, el primado argentino escribía: “(…)Sumado al avance de la ideología de género, que muchos dirigentes, desde hace años vienen proponiendo modificaciones al proyecto educativo original (CEA 1996), llegó a su punto máximo en la última Asamblea Nacional, cuando se votó modificar la definición de familia ‘formada por varón y mujer’, por la de: ‘formada por personas’”.
Además, insiste el cardenal Poli, “para sustentar el cambio aparecieron claramente los principios y postulados de la ideología de género, hasta el mismo derecho al aborto… Hace rato que varios dirigentes insistían en actualizar el proyecto educativo con la nueva legislación vigente. Siempre que apareció la moción la rechazamos, hasta que entró por la ventana”.
Según escribió el cardenal Poli, él mismo advirtió al Consejo de la Asociación “que no tiren de la soga porque está a punto de romperse; ahora considero que ya se rompió y no hay vuelta atrás”.
La respuesta Scout
La Asociación Scout de la Argentina respondió por un comunicado que las modificaciones en el proyecto educativo buscan mostrar que el movimiento es “respetuoso de todas las religiones que lo componen, quienes lo adaptan a sus preceptos formativos, siendo que la ‘espiritualidad’ es parte integrante e indisoluble del método Scout en su conjunto. Según la Asociación, “los acuerdos de patrocinio con las distintas entidades religiosas continúan vigentes en su totalidad”.
En el mismo comunicado, que afirma que no se ha promovido desde ella el aborto, la asociación aclara que la “asociación está integrada por niños, niñas, jóvenes y adultos de ambos sexos, por lo que el título de ‘Boy Scout’ no es el más apropiado para nuestra organización ya que nombrarnos de esa forma implicaría una falta de respeto hacia las miles de mujeres, niñas y jóvenes de nuestra Asociación que día a día trabajan para construir un mundo mejor”.
Tanto el arzobispo de Buenos Aires como el de La Plata expresan en sus cartas, publicadas en la agencia AICA, que la preocupación por la introducción de la ideología de género en el plan educativo y formativo de los scouts lleva ya un tiempo, y no responde sólo a esta última modificación en el proyecto educativo.
La religión es en el escultismo un pilar que se refleja en su ley, que en la adaptación argentina manifiesta en el primer punto que el scout ama a Dios y vive plenamente su fe. Sin embargo, en la formulación argentina de la Ley se advierte un vicio lingüístico promovido desde la perspectiva de género que no se advierte en la adaptación de la ley scout en otros países hispanos: en la formulación argentina se aclara, en cada punto, “El/La scout”, repitiendo el mismo doble artículo ante cada adjetivo. La Real Academia Española es clara ante este tipo de desdoblamientos, que define como “artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico”.
¿Cómo sigue la historia?
Desde la Asociación de Scouts han manifestado que quieren conversar con el cardenal Poli, quien ha sido Scout y capellán de los Scouts, sobre el tema. Tanto Poli como monseñor Aguer coinciden en que desde la Conferencia Episcopal se debe encarar una propuesta de Federación Católica de Scouts y no continuar con la Asociación.
Por su parte, algunos grupos scouts en redes sociales han aclarado que independientemente del entredicho, la identidad del movimiento es muy fuerte y para ellos la pertenencia la Iglesia no está en discusión. Los miles de niños y jóvenes que semanalmente se juntan en las parroquias o capillas con sus grupos scout parecen lejanos a estas discusiones. Lo pendiente, es la mejor solución estructural que garantice en la posteridad la continuidad de la enseñanza católica de quienes adhieren al movimiento Scout.