¿Cómo lidiamos con las dudas que tenemos, cuando sentimos que no somos lo suficientemente buenos o somos infelices con algunos aspectos de nosotros mismos?Cuanto más hablo con las personas sobre sus dificultades, más me doy cuenta que tenemos alguna insatisfacción en relación a nosotros mismos.
Yo tengo, y apuesto a que todos los que están leyendo esto también. A continuación algunas formas de estar insatisfechos con nosotros mismos:
- Tenemos un constante sentimiento de que deberíamos ser mejores, hacer mejor, ser más productivos, más conscientes, y así sucesivamente.
- Dudamos de nosotros mismos cuando tenemos que hablar en un grupo o en público, y sentimos que no somos lo suficientemente buenos para contribuir.
- Estamos infelices con algunos aspectos de nosotros mismos, como nuestros cuerpos, la apariencia de nuestro rostro, el modo como procrastinamos o cómo nos enojamos o perdemos la paciencia como parejas o como padres.
- Pensamos que necesitamos mejorar.
Esta es una condición constante, e incluso si recibimos el elogio de alguien, pensamos una manera de minimizarlo en nuestra mente, porque pensamos que no somos lo suficientemente buenos para recibir ese elogio.
Esto afecta nuestras vidas de muchas formas: podemos no ser buenos para hacer amigos, hablar en público o en grupo, encontrar una pareja, realizar nuestra pasión, estar contentos con nosotros mismos y nuestras vidas.
Y no nos gusta sentirnos de esa forma, entonces huimos.
Encontramos distracción y comodidad en la comida, el alcohol, las drogas o las compras, atacamos a otras personas cuando estamos a la defensiva. Eso está en el centro de casi todos nuestros problemas.
¿Entonces cómo lidiar con ese problema estructural? La respuesta es simple, a pesar de no ser fácil.
Antes de explicar cómo lidiar con el problema, debemos discutir algo primero – la idea de que necesitamos estar insatisfechos frente a nosotros mismos para mejorar nuestras vidas.
Infelicidad con mi yo como un motivador
Solía pensar, como muchas personas piensan, que si somos infelices con nosotros mismos, nos guiamos para mejorar. Y si, de la nada, nos quedáramos contentos con nosotros mismos, dejaríamos de hacer las cosas.
Yo ya no creo en esto. Yo creo que a veces somos conducidos para mejorar porque estamos insatisfechos con nosotros mismos, y eso no es malo. Tenemos la esperanza de algo mejor.
Pero considera lo siguiente:
- Cuando estamos insatisfechos con nosotros mismos, es difícil estar felices cuando hacemos algo bueno. Aún estamos insatisfechos. Entonces, hacer algo bueno no llega a ser la recompensa que debería ser.
- Tenemos el hábito de huir de ese sentimiento malo de nosotros mismos, entonces la procrastinación y la distracción se vuelven el modo estándar, y obstaculizan el camino de nuestros esfuerzos. En realidad, nosotros nunca solucionaremos los problemas de la distracción y procrastinación hasta que aprendamos a lidiar con ese problema de infelicidad.
- La infelicidad puede atropellar nuestros intentos por conectar con otros (porque pensamos que no somos suficientemente buenos, entonces sentimos ansiedad por conocer a otras personas). No podremos resolver eso, no importa cuánto quieras mejorar, hasta que tratemos el problema inherente.
- Hasta que queramos mejorar, el sentimiento de insatisfacción no se irá. Entonces, intentamos mejorar más, y aún así no se irá. En mi experiencia, nunca se irá, hasta que estés listo para enfrentarlo cara a cara.
- Durante este increíble periodo de auto-perfeccionamiento guiado por la insatisfacción, no nos amamos. Y eso es triste.
Entonces ¿es posible hacer las cosas y mejorar sin estar insatisfecho consigo mismo? Yo descubrí que la respuesta definitiva es “sí”.
Puedes trabajar en comer bien no porque no te gusta tu cuerpo y quieres mejorarlo… sino porque te amas y quieres inspirar a tu familia. Puedes trabajar por amor a las personas. Puedes organizarte, salir de deudas, leer más, y meditar, no porque estás insatisfecho, sino porque amas a los demás y a ti mismo.
En realidad, yo diría que eres más propenso a hacer todas esas cosas si te amas, y menos propenso si no te quieres.
Lidiando con la insatisfacción
¿Qué podemos hacer en relación a la continua insatisfacción con nosotros mismos? ¿Cómo lidiamos con las dudas que tenemos cuando sentimos que no somos lo suficientemente buenos, infelices con algunas partes de nosotros mismos?
Pasa que esos sentimientos son oportunidades perfectas para aprender sobre nosotros mismos y cómo ser amigos de nosotros mismos.
Mira cómo:
1 – Cada vez que tengamos esos sentimientos, podemos parar y entender.
2 – Interioriza el sentimiento, observa cómo se comporta en tu cuerpo. Sé curioso sobre cómo te hace sentir físicamente.
3 – En lugar de huir del sentimiento, permanece con él. En lugar de rechazarlo, intenta abrirte a él y aceptarlo.
4 – Ábrete al dolor de ese sentimiento, y míralo como un camino en tu corazón. De esa forma, mantener contacto con el dolor es un acto liberador.
5 – Mira ese sentimiento difícil como una señal de un buen corazón, suave, delicado y amoroso. No te importaría ser una buena persona o al menos “lo suficiente”, si no tuvieras un buen corazón. Existe una bondad básica por detrás de todas nuestras dificultades, y sólo necesitamos permanecer y entender la bondad.
6 – Sonríe para ti, y cultiva una simpatía incondicional hacia todo lo que ves.
Mira, yo no estoy diciendo que eso es un método fácil, o que curará nuestras dificultades de una sola vez. Pero puede comenzar a formar una relación confiable contigo mismo y hacer una diferencia increíble.
Recomiendo que practiques esto cada vez que notes una autocrítica, duda, infelicidad contigo mismo, dureza con lo que veas en ti. Te tomará sólo un minuto, en lo que encaras tus sentimientos y permaneces con ello, con simpatía incondicional.
Si quieres realmente enfocarte en ese cambio poderoso, reflexiona sobre ello una vez al día, revisando qué hiciste y qué puedes hacer para recordarte a que lo practiques.
Finalmente, pienso que descubrirás que el amor es un motivador más poderoso que la infelicidad. Y espero que encuentres la amistad contigo mismo que irradiará en las relaciones que tengas con los demás.
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