No, no se llaman “Cuasimodo y Esmeralda”
Mucho se ha escrito de los horrores asociados a los tiempos de la Revolución Francesa en nombre de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Si bien nadie pone en duda que en 1789 la cara del mundo cambió definitivamente, y que una nueva perspectiva del hombre y sus derechos fundamentales terminó de emerger –y algunos dirían que murió inmediatamente después, en la guillotina- lo que no se sabe quizá demasiado es que las campanas de la catedral de Notre Dame tuvieron que pagar un precio demasiado alto: los revolucionarios se hicieron de todas las campanas, menos una, y las fundieron para hacer cañones, bayonetas o guillotinas, y apenas en 2013 la catedral contó con nuevas campanas, después de una historia llena de desaguisados para intentar reponer las que los revolucionarios parisinos habrían destruido entonces. Estas nuevas campanas, como las originales, llevan nombres de personas:
- Emmanuel: es la única campana que sobrevivió los embates de la revolución. No queda claro, eso sí, si los revolucionarios decidieron dejar una campana para respetar al menos algo de la tradición o si simplemente no lograron bajarla del campanario, ya que pesa trece toneladas. Es la encargada de marcar las horas del día y los acontecimientos especiales.
- Marie: obviamente, lleva este nombre en honor a la Virgen. En ella se leen las inscripciones “Je vous salue Marie”, en francés, y “Via viatores quaerit”, en latín (que está, además, inscrita en todas las otras campanas también) junto a una imagen del Niño Jesús rodeado de estrellas y un relieve con la Adoración de los Magos. Pesa seis mil kilos.
- Gabriel: sobre esta campana se lee la primera frase del Angelus, “el ángel del Señor anunció a María”, sobre 40 líneas circulares que representan los 40 días de Jesús en el desierto, y los 40 años de Moisés cruzando el Sinaí.
- Anne Genevieve: su nombre es un homenaje a Santa Ana, la madre de la Virgen María, y a Santa Genoveva, la patrona de París. En ella se lee la segunda frase del Angelus, “y concibió por obra del Espíritu Santo”. En ella se ven tres líneas circulares que representan a la Santísima Trinidad y a las tres virtudes teologales.
- Denis: nombrada así en honor a Saint Denis, el mártir que además fuese el primer obispo de París, en la campana está escrita la tercera frase del Angelus, “he aquí la esclava del Señor”. Se ven en ella, también, siete líneas circulares que representan los Dones del Espíritu Santo y los siete Sacramentos.
- Marcel: San Marcelo, el noveno obispo de París, conocido por su incansable servicio a favor de los pobres y enfermos, vivió en el siglo V. La campana que lleva su nombre, a modo de tributo, también lleva escrita la cuarta frase del Angelus, “hágase en mi según tu palabra”.
- Étienne: Esta campana recuerda a la antigua iglesia catedral de París, que precedió a la construcción de Notre Dame, que estaba dedicada a San Esteban (Étienne, en francés), el primer mártir. Sobre ella se lee además la quinta frase del Angelus, “y el Verbo se hizo carne”.
- Benoit-Joseph: Su nombre es un homenaje al Papa Emérito Joseph Ratzinger, porque el año 2013 –el año del Jubileo de la Fe decretado por Benedicto XVI- fue también el año del 850 aniversario de la Catedral. Se lee en ella la sexta frase del Angelus, “y habitó entre nosotros”
- Maurice: Maurice de Sully fue el obispo de París que puso la primera piedra, en 1163, de la construcción de la actual Catedral de Notre Dame. Tiene escrita la séptima frase del Angelus, “ruega por nosotros, Santa Madre de Dios”.
- Jean Marie: la décima campana de la catedral de Notre Dame lleva el nombre del Cardenal Jean-Marie Lustiger, quien fuese obispo de París de 1981 hasta el 2005, y en ella se lee la octava y última frase del Angelus, “para que seamos dignos de alcanzar la promesas de Nuestro Señor Jesucristo”.
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