Algunos aseguran que Bergoglio incluso ya tenía elegida la habitación número 13
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La decisión era conocida y difundida entre quienes trabajaban con él. Tras presentar la renuncia al Arzobispado de Buenos Aires, y cuando el Papa se la acepte, el cardenal Jorge Bergoglio dejaría la zona de la Plaza de Mayo y se retiraría a vivir en el Hogar Sacerdotal Monseñor Espinosa del barrio porteño de Flores, el mismo en el que él nació. Más aún, hay quienes aseguran que ya tenía elegida la habitación, la número 13, en la planta baja.
El Hogar Sacerdotal Monseñor Mariano Espinosa cumple hoy 96 años, y lo hace celebrando la Eucaristía con el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, sus 34 sacerdotes residentes, y las hermanas de Caridad del Buen y Perpetuo Socorro que cuidan de ellos.
El Hogar fue fundado en 1920, en honor a quien era el cuarto arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano Espinosa, y que cumplía 20 años al frente de la diócesis primada argentina. Monseñor Espinosa ya se encontraba enfermo al momento de la inauguración, y de hecho no se le ve en las fotos que de la bendición se publicó en la prensa de la época. Sí se ve a otros prelados de renombre como Monseñor Miguel de Andrea.
Sucede que Espinosa, conocido por su austeridad y despojo del lujo y por haber misionado en tiempos más inhóspitos la Patagonia, enterado de la creación de una comisión para festejar su aniversario, solicitó que todos los esfuerzos se canalicen en la creación de este hogar para sacerdotes ancianos, pobres y enfermos.
Más de 70 años después, siendo obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Bergoglio vivió en este hogar durante cinco años y cultivó tanto con las hermanas como con los residentes, varios de ellos enfermos, una afectuosa relación. Retornaba allí cada Pascua y Navidad, por lo menos. De hecho, en la Pascua de 2013, cuando ya había sido elegido Papa, decidió llamarlos por teléfono y hablarles en altavoz para disculparse por faltar a la celebración.
Ubicado en la calle Condarco, del barrio de Flores, ofrece cuidados varios como atención médica, kinesiológica, nutricionista y periódicas actividades de esparcimiento para sus sacerdotes residentes.
