Mensaje del Papa a los consagrados: El verdadero discípulo “no se conforma con una vida mediocre, le gusta el riesgo y sale”
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Tras la visitar el Santuario de la Divina Misericordia, pasar por la Puerta Santa, y confesar a algunos jóvenes en el Santuario, Papa Francisco celebró misa con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados y seminaristas polacos. A ellos les hizo una llamada concreta, ser amor concreto, servicio y disponibilidad y estar abiertos al mundo.
Papa Francisco destacó en su homilía que el consagrado “no se conforma con una vida mediocre, sino que tiene un deseo ardiente de ser testigo y de llegar a los otros; le gusta el riesgo” y basó su intervención en un lugar, un discípulo y un libro.
Sobre el lugar mostró que la Iglesia debe ir al mundo, estar en salida: “La dirección que Jesús indica es de sentido único: salir de nosotros mismos” y recordó que “a Jesús no le gustan los recorridos a mitad, las puertas entreabiertas, las vidas de doble vía”.
“La vida de sus discípulos más cercanos, como estamos llamados a ser, está hecha de amor concreto, es decir, de servicio y disponibilidad; es una vida en la que no hay espacios cerrados ni propiedad privada para nuestras propias comodidades”.
#PapaFrancisco: Que la Madre de Dios nos de la gracia de ser escritores vivos del Evangelio https://t.co/kwAHifDVBE pic.twitter.com/l6VjCKjqPH
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Papa Francisco destacó así como debe ser la vida del consagrado: “No se sube a los estrados vacilantes de los poderes del mundo y no se adapta a las comodidades que aflojan la evangelización; no pierde el tiempo en proyectar un futuro seguro y bien remunerado” y añadió: “No se conforma con una vida mediocre, sino que tiene un deseo ardiente de ser testigo y de llegar a los otros; le gusta el riesgo y sale, siente el gusto de evangelizar”.
Sobre el discípulo destacó a Tomás: “este discípulo se nos asemeja un poco, y hasta nos resulta simpático”. “Dios no se oculta a quien lo busca”, destacó el Papa Francisco.
#PapaFrancisco: Jesús busca corazones abiertos y tiernos con los débiles, nunca duros https://t.co/kwAHifDVBE pic.twitter.com/mfRM7NPGYF
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“¿Qué es lo que nos pide Jesús?”, preguntó a los consagrados: “Quiere corazones verdaderamente consagrados, que viven del perdón que han recibido de él, para derramarlo con compasión sobre los hermanos. Jesús busca corazones abiertos y tiernos con los débiles, nunca duros; corazones dóciles y transparentes, que no disimulen ante los que tienen la misión en la Iglesia de orientar en el camino.”
“El discípulo fiel lleva a cabo un discernimiento atento y constante, sabiendo que cada día hay que educar el corazón, a partir de los afectos, para huir de toda doblez en las actitudes y en la vida”, afirmó.
Sobre el libro: “el Evangelio, libro vivo de la misericordia de Dios, que hay que leer y releer continuamente, todavía tiene al final páginas en blanco”.
#PapaFrancisco: el Evangelio tiene al final páginas en blanco: es un libro abierto, que estamos llamados a escribir pic.twitter.com/jgdrWpMbSO
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“Os pregunto: ¿Cómo están las páginas del libro de cada uno de vosotros? ¿Se escriben cada día? ¿Están escritas sólo en parte? ¿Están en blanco?”, cuestionó a los presentes el Papa Francisco.
“Cada uno de nosotros guarda en el corazón una página personalísima del libro de la misericordia de Dios: es la historia de nuestra llamada, la voz del amor que atrajo y transformó nuestra vida, llevándonos a dejar todo por su palabra y a seguirlo”, finalizó el Papa Francisco.