Durante dos días más de 50 aviones llevan a Varsovia a peregrinos de todo el mundoUna tarde temprana. Durante la revisión de las noticias en Twitter aparece el mensaje del portavoz de la archidiócesis de Varsovia, el sacerdote Przemyslaw Sliwinski: donde más se hace sentir la atmósfera de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es en el aeropuerto de Chopin de Varsovia.
No necesité mucho tiempo de consulta en la oficina de la reacción para tomar la decisión de tomar mi cámara fotográfica en la mano y dirigirme al aeropuerto de Okecie (Varsovia), explica.
El rosario colgado del espejo retrovisor del taxi me animó a entablar una conversación sobre el tema de la JMJ.
El conductor, visiblemente contento, me habló de los eventos que se celebrarían en y cerca de Varsovia.
Al llegar al frente de la terminal de llegadas, se podían oír las voces de los peregrinos. En la terminal hay mucho ruido y se puede ven de lejos a los voluntarios vestidos con camisas distintivas esperando a sus huéspedes.
Cuando de detrás de la puerta de cristal se asoma otro grupo de jóvenes, en la terminal se escucha una nueva explosión. No os preocupéis, es sólo otra explosión de risas y de alegría.
Cada dos por tres se ve a la policía y a los guardias de fronteras, quienes -armados hasta los dientes- examinan atentamente a cualquier persona que se mueve cerca de las puertas.
Los jóvenes de todo el mundo se abrazan y cualquier barrera, ya sea lingüística o cultural, deja de existir rápidamente.
En el momento de mi paseo por el aeropuerto vi un montón de cosas, como las llegadas de los grupos de peregrinos de Canadá, Colombia, Kazajstán y Honduras. Son los que fui capaz de identificar.
Según la oficina de prensa de la archidiócesis de Varsovia, sólo el martes 27 aviones llevaron allí a peregrinos de la JMJ. Desde la mañana, en el panel de llegadas aparece el logotipo de la gran reunión de Cracovia. La JMJ ya ha comenzado.