Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología confirma que las actividades culturales inciden directamente en la resolución de ciertos patrones emocionales
Una investigación publicada por el Journal of Epidemology and Community Health, sobre una muestra representativa de 50.000 adultos, reveló que quienes frecuentan actividades culturales tienen una menor tendencia a la depresión o la ansiedad, como lo reseña el portal Arte Al Límite.
Para efectos teóricos, el estudio dividió las “actividades culturales” en dos tipos: creativas o receptivas. Las primeras son aquellas en las que la persona se involucra en la creación de un bien cultural (clases de piano, de escritura, de pintura), y la otra en la que la persona recibe experiencias “culturales” (visita una galería, un museo, va a un concierto). En ambos casos, el resultado fue similar: las personas que se involucran en actividades culturales son más propensos a llevar una vida emocionalmente más sana y equilibrada que aquellas que no.
El material del estudio constó principalmente de cuestionarios en los que se preguntaba con qué frecuencia los encuestados participaban en actividades culturales, y cómo estas estaban relacionadas con su estilo de vida. A partir de esta información, se pudieron establecer derivaciones vinculadas con estados de salud física y mental, incluyendo un examen clínico de los encuestados que permitirían contrastar los resultados del examen con los datos de las encuestas.
Aquellas personas que frecuentaban actividades culturales, creativas o receptivas, no sólo gozaban de mejor salud emocional –menor o ninguna disposición a sufrir de ansiedad o depresión- sino que, además, exhibían conductas más alegres, con mayor iniciativa y creatividad.
Sí: el museo te hace bien.