Para hacer que la unión dure toda la vida es necesario luchar contra malas costumbres que, poco a poco, causan problemas en el matrimonioEn el rito de matrimonio, los novios prometen amarse “hasta que la muerte los separe”. El problema es que esa separación puede ocurrir mucho antes si no existe alguna preocupación en proteger el matrimonio de las amenazas que le rodean. Una unión duradera no se hace solo con sentimientos. Para prevenir problemas en el matrimonio se requiere con determinación y sacrificios .
Aquí describimos seis destructores del matrimonio que tú y tu cónyuge necesitan evitar para que su unión dure toda la vida.
- Ser el centro del mundo
Acuérdate, ustedes son una pareja. Siempre considera cómo tus decisiones y acciones pueden afectar a tu cónyuge. No cierres tu mente alrededor de ti mismo y de tus sentimientos. Las emociones de tu marido o esposa necesitan ser tomadas en cuenta. Por lo tanto, pide la opinión de él o ella sobre las decisiones importantes que puedan afectar a la familia y escúchala con atención antes de reaccionar. Ustedes están juntos en ella, de manera que las decisiones no pueden ser tomadas en una sola dirección.
- Control total
Economía, tareas del hogar, niños, cocina, viajes, etc. Son elementos suficientes para que una sola persona controle todo, sola. Si quieres mantener un matrimonio saludable, necesitas suavizar la voluntad de controlar todo y permitir que tu cónyuge tenga voz. El matrimonio es una alianza, y para que sea una alianza feliz, tú no puedes tener la última palabra siempre. Da a tu cónyuge la oportunidad de formar parte de las decisiones y aprende a ceder.
- Desprecio del afecto
Sin sexo, sin abrazos, sin besos, sin darse la mano: esos son los ingredientes para transformar el matrimonio en una rutina melancólica y fría. Ustedes no necesitan de sexo todas las noches para ser felices, pero somos seres humanos y necesitamos de afecto. Sea un beso, un abrazo o ver una película muy juntitos. Preocúpate por darle al otro algún tipo de cariño todos los días.
- Abuso verbal
Insultos, comentarios críticos todo el tiempo o juicios pesan mucho en la autoestima de una persona. No causes frustraciones a tu cónyuge. Es natural irritarse a veces, pero no permitas que la rabia te domine, al punto de decir verdaderas crueldades. Aprende a dar voz a tus frustraciones sin hacer uso de insultos. Es cuestión de autocontrol.
- Sin tiempo juntos
Es verdad que los hijos son importantes, pero también es importante tener momentos de calidad como pareja. Su relación es la base de su familia: que sea una base firme. Tus hijos te verán como un ejemplo de lo que un matrimonio digno debe ser. Encuentren tiempo para estar el uno con el otro sin los niños. Aprende a aprovechar la compañía de tu cónyuge.
- Mentir a cambio de tranquilidad
Para evitar discusiones o conversaciones difíciles, muchas personas escogen el atajo de la mentira y pueden terminar acostumbrándose a ese venenoso vicio. Ningún matrimonio se sostiene teniendo ilusiones como base. Sé honesto y construye tu relación en la verdad. Ser fiel no tiene que ver sólo con sexo, sino también con ser emocionalmente honesto con el otro y preocuparse por sus sentimientos.
Por Sempre Familia