Lo que se nos quiere proponer como una maduración del personaje, es probablemente su autodestrucciónhttps://www.youtube.com/watch?v=aHd83wocJ4Y
La directora francesa Lucie Borleteau debuta en el largometraje con esta película que estuvo nominada al Cesar a Mejor Opera Prima de la academia francesa. La odisea de Alice nos cuenta la historia de Alice, una marinera que deja a su pareja en tierra y se enrola como ingeniera en un viejo carguero llamado Fidelio. A bordo descubrirá que está allí para sustituir a un hombre que acaba de morir y que Gaël, su primer gran amor, capitanea el buque. Ingredientes ideales para una película francesa que trivializa el amor y el sexo en aras de una duda afectiva continua y en el típico relativismo de las cintas galas.
La actriz Ariane Labed encarna brillantemente a Alice, por cuyo trabajo obtuvo el premio a la Mejor Actriz en el Festival de Locarno y estuvo nominada a Mejor Actriz Revelación en los Premios Cesar. Le dan la réplica el actor noruego Anders Danielsen y Melvil Poupaud, entre otros.
La película está bien rodada, y tiene fuerza narrativa, pero las continuas infidelidades de Alice hacen difícil la identificación del público con ella. Ante ello, la directora declara: “No es tanto el problema de la elección entre los hombres lo que me interesa, más bien los hombres que se superponen y el amor infinito, no indivisible. Alice se revela como alguien profundamente altruista, que no busca su propio placer en todo y de todos, sino que busca la felicidad en el otro”.
Es esa errática identificación de la felicidad con entregarse a un hombre, el que sea, lo que constituye la esencia del film pero también su principal obstáculo. A Alice no le sucede como al príncipe Mishkin de Dostoievski, que se enamora platónicamente de dos mujeres, sino que su promiscuidad es fundamentalmente sexual y le sume en una profunda perplejidad afectiva.
De hecho, es Felix, su novio, el que despierta más simpatía en el público, por su condición de “sistemáticamente engañado”. Finalmente, el film no va ningún puerto, y lo que se nos quiere proponer como una maduración del personaje, es probablemente su autodestrucción. Curiosa película navideña.