El diplomático español que se enfrentó al terrible régimen nazi y logró salvar la vida de 5.200 judíos en la Hungría de la II Guerra MundialLa capital húngara ha dedicado una calle a Ángel Sanz Briz para rendirle homenaje e inmortalizar sus actos. La nueva avenida “Ángel Sanz Briz” está situada en el tercer distrito de la capital húngara, una zona residencial en el norte de Budapest.
Allí, una placa y un monolito descubiertos este viernes 16 de octubre en un acto solemne recuerdan al “ángel de Budapest”, como es conocido este embajador que salvó la vida de 5.200 judíos húngaros.
La persona del diplomático no es tan conocida en Hungría como la de otros salvadores, como el sueco Raoul Wallenberg, que salvó a más de 50.000 judíos, aunque sí existen en Budapest varias placas conmemorativas que recuerdan lo que hizo el español.
En el jardín de la gran sinagoga de la capital húngara, los nombres del español y del sueco aparecen juntos, como dos personajes que salvaron la vida de miles de judíos húngaros.
Durante la II Guerra Mundial, los nazis y sus aliados húngaros deportaron y asesinaron en Hungría a más de 400.000 judíos.
Sanz Briz (1910-1980) logró que las autoridades húngaras reconocieran su derecho a proteger a 200 judíos de origen sefardí y luego fue ampliando ese número, multiplicando los permisos con una simple treta: que el número del documento nunca excediera esa cifra.
El diplomático no sólo emitió pasaportes y cartas de protección, sino que alquiló casas como si fueran anexos de la embajada para que los judíos que allí se refugiaban estuvieran bajo la protección diplomática de España y evitar que cayeran en manos del régimen pro nazi que tomó el poder en Hungría en 1944.
El Gobierno húngaro ya había rendido honores en 1994 a la labor del diplomático español, cuando el presidente Árpád Göncz le condecoró de forma póstuma con la Orden de Mérito de la República Húngara.
Por ello, Israel le otorgó en 1968 el título de “Justo entre las Naciones”, que se concede a quienes ayudaron a salvar a judíos durante el Holocausto nazi.
La comunidad hebrea de Hungría, actualmente de unas 100.000 personas, es una de las más grandes de la UE, solo por detrás de Francia, Reino Unido y Alemania.