Al menos 8 personas perdieron la vida con el terremoto de ayer y un millón debieron evacuar su residencia por precaución
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Como hizo tras el seísmo de Nepal en abril de este año, Facebook activó rápidamente su aplicación de “Comprobación del Estado de Seguridad” para que los usuarios que se encontraban en zonas afectadas por el terremoto de 8.4 en escala de Ritcher de anoche en Chile puedan informar de su estado.
Por los datos de navegación, el sistema identificó rápidamente qué usuarios estaban en zonas aledañas a las informadas como afectadas y bajo la modalidad de notificación envió la consulta. Hay dos respuestas posibles: “Estoy bien”, o “No estoy en zona”. Además, el sistema permite verificar cómo están los demás amigos, e incluso incorporar otros que consta están fuera de peligro.
Incluso los usuarios de cualquier parte del mundo con amigos en Chile pueden recibir una notificación especial informando del estado de los amigos que respondieron a la pregunta desde la aplicación en el país andino. Además, se ofrece la posibilidad de comentar sobre el estado de cada uno.
Ante el colapso de las líneas telefónicas, que a mal traer tuvo a la población chilena durante el histórico terremoto de 2010, esta aplicación ofrece una rápida posibilidad de informar sobre el estado de cada uno en situación de emergencias. Incluso de viralizar rápidamente el conocimiento sobre el estado de otro.
Facebook cuenta con más de 11 millones de cuentas registradas por usuarios chilenos, lo que equivale a más de un 60% de la población.
Nuevamente el miedo
Al menos ocho personas perdieron la vida con el terremoto de ayer, y un millón debieron evacuar su residencia por precaución. El epicentro fue bajo el mar a 46 kilómetros de la localidad de Canela Baja, en Illapel, pueblo que sufrió numerosos derrumbes, a unos 170 kilómetros al noroeste de Valparaíso. Los temblores se sintieron desde la región de Atacama hasta la de la Araucanía, e incluso, cruzando la cordillera, en Buenos Aires.
Sin embargo, en esta ocasión el terremoto y sus réplicas no produjeron consecuencias tan severas como la del terremoto y consecuente tsunami de 2010.
Se trató, aun así, del sexto terremoto más fuerte de la historia de Chile, y el más fuerte en lo que va del año en todo el mundo, según informó la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi). Las clases fueron suspendidas en gran parte de las regiones del país por temor a réplicas.