Estos países creen que los refugiados suponen una amenaza para su estabilidadArabia Saudita y sus vecinos consideran a los refugiados que podrían entrar en sus países como violentos y antagónicos. Afirman que también podrían traer con ellos ideologías subversivas, que supondrían un problema para la estabilidad de estas regiones.
El experto Jaume Flaquer ya explicaba a Aleteia que en realidad, lo que está viviendo Siria no es más que uno de los frentes de una auténtica guerra civil interna del mundo musulmán: “La guerra del islam no es contra Occidente, como podríamos pensar. La guerra del islam es contra él mismo. Estamos ante una auténtica guerra civil, una gran fitna o división, muy compleja. Las primeras víctimas de esta guerra son los mismos musulmanes, y no tanto judíos o cristianos”.
Hace poco, la edición árabe de Aleteia entrevistaba a Roland Lombardi, consultor independiente y experto en relaciones internacionales, especializado en el norte de África, Oriente Medio, y en retos geopolíticos de defensa y seguridad.
La crisis siria no ha hecho sino agravar un problema que ya existía anteriormente: la inmigración forzada de miles de seres humanos que huyen de la violencia y de la pobreza. Siria mismo, antes de la guerra, era país receptor de inmigrantes (acogió a cientos de miles de iraquíes), como explica el experto:
– La crisis de los refugiados que Europa se enfrenta actualmente etás, por lo general, vinculado a personas procedentes de Siria y Afganistán. Además, los sirios están pasando por los Balcanes después de cruzar a través de Turquía. Sin embargo, los Estados del Golfo están mucho más cerca geográficamente. ¿Por qué se supone que eligen tomar esta ruta?
En primer lugar, me gustaría ofrecer algunas aclaraciones. Es cierto que el número de refugiados que llegan en medio de esta crisis que está afectando a Europa son de Siria. Muy poco por detrás de ellos hay los somalíes, afganos y africanos subsaharianos.
Cabe indicar que, hace sólo unos pocos años, estos refugiados se dirigían a Libia, Israel y el Líbano. Sin embargo, los libios están inmersos actualmente en el caos, Israel ha reforzado sus políticas, especialmente en relación con la inmigración y el Líbano ya no es capaz de acoger más refugiados. Esto es lo que está impulsando los refugiados a dirigirse actualmente hacia Europa.
En los últimos días los medios de comunicación occidentales se han centrado en la gran afluencia de refugiados sirios, iraquíes y afganos indefensos que llegan a los Balcanes. Sin embargo, es importante no olvidar que el sur de Italia y España están igualmente familiarizados con las presiones de la inmigración.
Más de 100.000 refugiados han llegado ilegalmente en Europa desde principios de 2015. La Organización Internacional para las Migraciones, desde su sede en Ginebra, ha informado de que, desde el pasado mes de enero, 1.770 hombres, mujeres y niños han muerto o se presume que desaparecieron mientras intentaban cruzar el Mediterráneo. El número de muertos y desaparecidos al intentar cruzar el Mediterráneo llegó a 3.400 en 2014. Sorprendentemente, ya se había llegado a 2.800 refugiados entre julio de 2014 y el final del año.
¿Por qué estos refugiados; mayoría de los cuales son musulmanes, eligen ir a Europa en lugar de a los Estados del Golfo? Esto es una paradoja, ya que debido a la proximidad de las fronteras y culturas que sería más fácil y más preferible para ellos pasar antes por los Estados del Golfo, ricos en petróleo, para entrar en Europa.
Aunque todo es relativo de hecho, en teoría Europa siempre se ha visto como un lugar para ir, un refugio de estabilidad, seguridad y paz. Durante años se relajaron las políticas de la Unión Europea en relación con la inmigración, los servicios sociales y médicos a los refugiados, unido a la falta de cooperación y solidaridad para hacer frente a esta crisis sin precedentes, junto a la indecisión y la incapacidad de los funcionarios europeos, sólo han contribuido agravar la situación.
A diferencia de socios reticentes como Francia, o la completa negativa de Austria a aceptar refugiados, Alemania ha anunciado su disposición a aceptar alrededor de 800.000 refugiados.