Destruiría el modelo de negocio de los traficantes de personas
Desde el Servicio de Jesuita de Refugiados tienen la clara certeza de que es posible evitar que continúen las muertes producto de los desesperados intentos de migrantes africanos de llegar a Europa. Al naufragio de las embarcaciones en el Mediterráneo, que sacudieron al mundo por la impactante fotografía del niño muerte en la costa, se le suma las 70 personas encontradas muertas en la parte trasera de un camión en una autopista austríaca cerca de Viena.
“Dado que el Código de Visados de la Unión Europea se está reformando en la actualidad, es absolutamente esencial conseguir que el visado humanitario quede incluido en la nueva legislación”, aseguró la responsable de advocacy del Servicio Jesuita para los Refugiados Europa Olga Siebert.
“Un visado humanitario europeo unificado destruiría el modelo de negocio de los traficantes de personas y permitiría a la gente utilizar medios regulares para llegar a Europa y solicitar asilo en territorio europeo”, cree.
“Detener esta tragedia es totalmente factible. Mediante la cooperación y la buena gobernanza, los Estados europeos pueden abrir canales legales y seguros para los refugiados que llegan a Europa. Ahora es el momento para un modelo de visado humanitario europeo” asegura el organismo, con una amplia experiencia en el trabajo con refugiados.
Además, el director del JRS Europa, Jean-Marie Carrière, aseveró que “lo que ocurrió en Austria es inaceptable. Esto no solo es un problema moral, sino político. Todos los países y toda la sociedad de Europa tienen que trabajar juntos y elaborar una respuesta coordinada que proteja la vida”.
El organismo destaca la labor del programa del gobierno italiano Mare Nostrum, al que define como uno de los “muchos buenos ejemplos de acogida y apoyo en Europa”. También destaca el anuncio de la recepción del gobierno alemán de 800.000 solicitantes de asilo antes de fin de año. “Es hora de que un gobierno fuerte en toda Europa brinde protección a los refugiados”, concluye en un comunicado distribuido desde su página de internet.
El Servicio Jesuita a Refugiados es una organización con presencia en más de 50 países, que busca acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y desplazados forzosos. Fue establecido en 1980 el entonces Superior General de Compañía de Jesús padre Pedro Arrupe SJ, como respuesta espiritual y práctica a la situación de los refugiados en aquel momento. A lo largo de estos 35 años ha ido respondiendo con programas y propuestas a las distintas crisis humanitarias que se viven en distintas partes del mundo en torno a este drama.