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Argentina está enferma de violencia: asesinaron a un cura de 73 años

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Esteban Pittaro - publicado el 03/09/15
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Era el párroco emérito de Nuestra Señora de la Merced, Alta Gracia

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Ingresaron y buscaron. Encontraron o no, no se sabe, pero lo maniataron, lo asfixiaron, y con fuego intentaron ocultar la evidencia. Así se fue la vida de un sacerdote de Alta Gracia, Córdoba, Argentina, de 73 años.

Durante 24 años, el padre Luis Cortez había sido párroco de Nuestra Señora de la Merced, por lo que la marcha de vecinos en reclamo de justicia partió desde esa puerta. Afloraron así recuerdos de un hombre que, relató la prensa local, era muy activo y solicito para ayudar al prójimo, pero de un perfil bajo.

La Misa exequial fue presidida por el Arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñañez. Antes de ingresar a un templo, clamó ante la señal televisiva local 12: “Hay que reaccionar. Hay que decir: no puede ser. No se puede aceptar la violencia. Muchísimo menos, la destrucción de una vida”.

El Arzobispo, indignado, pidió cambios de actitud. “Se reacciona expresando en casa otro clima, distinto del que muchas veces se verifica. En el barrio, tratando con respeto y con cuidado las personas. Y en la sociedad otro tanto. No podemos aceptar sin más cualquier tipo de lenguaje, cualquier tipo de actitud”, reclamó monseñor Ñañez, y e ilustró con sorna: “Porque yo digo lo que siento, digo las cosas de frente, digo lo que se me ocurre…No puede ser. No puede ser. Tengo que reaccionar”.

Adelantando conceptos que pronunció en su homilía, el Obispo vinculó el caso con el respeto a la vida “desde la concepción hasta su fin natural. Si yo voy aceptando que se apunte contra la vida, entonces después aparecen todas estas cosas”.

Algunos, señaló en su homilía, “se escandalizaron” cuando los obispos dijeron que el país estaba enfermo de violencia. Como reseña la Agencia AICA, el Prelado, señalando el féretro del sacerdote asesinado, dijo: Esta es la prueba cabal de que estamos enfermos”.

Según la prensa local, por los indicios, los investigadores no creen que quienes asesinaron al padre Cortez sean asesinos por encargo, sino más bien delincuentes que acabaron con su vida para ocultar otro delito y borrar pruebas. Aún no se presentaron testigos.

El asesinato del padre Cortez recuerda el ocurrido en 2006 con el sacerdote Luis Humberto Montenegro, de 77 años, quien fue asaltado y asesinado en la ciudad cordobesa de La Calera por dos personas a las que abrió la puerta de su casa para ayudar.

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