Lectio Divina: Miércoles XV semana del tiempo ordinario

Una guía para rezar con la Escritura

Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén

Evangelio según San Mateo 11,25-27.

Jesús dijo:
"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar."

Palabra del Señor

1. Lectura, ¿Qué dice el texto?

Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.

2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Cuando el Señor hace referencia a lo pequeño, es hablar de humildad, de sabios pero humildes, no de grandes acontecimientos majestuosos, no de soberbia, no de arrogancia, si no del amor puro que nace del Padre y el Hijo quien nos ha enseñado y revelado lo que verdaderamente significa estar en comunión. ¿Recuerdo que en muchas ocasiones el Señor hace referencia a lo pequeño en la Sagrada Escritura?, ¿Entiendo que el Señor cuando se refiere a lo pequeño nunca lo hace en un sentido de menospreciar o minimizar sino más bien en un sentido opuesto?

3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Señor, cuan pequeño tu amor es, pero al mismo tiempo inmenso; ese es el mejor secreto que nos has revelado; la humildad, lo pequeño a lo cual debemos mirar, conservar, dejar en nuestro corazón y vida. Muchas veces es muy difícil alcanzar la pequeñez en esta vida, te pedimos nos guíes, nos procures para que nos quedemos en la pequeñez del todo que nos has revelado.

Amén

4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

Las cosas del Señor siempre serán reveladas a los más pequeños. (R)

5. Acción, ¿A que me comprometo con Dios?

Revisemos las cosas pequeñas que a diario vivimos, experimentamos, vemos, y nos daremos cuenta que ahí es donde más nos encontramos con el Señor.