Santa María Goretti fue mártir por defender su pureza. Esta niña nació el 16 de octubre de 1890, en Corinaldo (Italia). Era la tercera de siete hijos de una familia pobre y muy piadosa.
Emigraron a Ferriere di Conca para trabajar al servicio del conde Mazzoleni. Allí la familia compartía casa con otra familia: Giovanni Serenelli y su hijo Alessandro, que tenían otro estilo de vida. El padre, Giovanni Serenelli, era alcohólico y Alessandro era grosero y rudo.
Pronto falleció el padre de los Goretti -de paludismo- y su madre se tuvo que poner a trabajar mientras María y los mayores cuidaban de los hermanos pequeños.
Quería hacer la Primera Comunión a toda costa
María era inteligente y piadosa. Había recibido el bautismo y la confirmación. Rezaba el rosario, contemplaba el crucifijo, hacía oración…
Su madre le dijo que no podía recibir la Primera Comunión porque no tenía instrucción y no podría aprender el catecismo. Además, no tenían dinero para comprarle un vestido.
La niña rogó a su madre y finalmente una persona de la zona la instruyó, mientras que otras familias le prestaron el vestido. Así, recibió la Primera Comunión el 29 de mayo de 1902.
María se protege del ataque
Alessandro Serenelli tenía 19 años, era fuerte y en varias ocasiones había dicho frases obscenas a María. Por lo que se dio cuenta de que el chico quería abusar de ella y comenzó a pedir a su madre que regresaran a su pueblo natal. Ella no le creyó, pensando que era un capricho de niña y no le dio más importancia.
Un día, Alessandro llevó a María a la cocina cuando ella estaba sola en casa cuidando a una de las bebés. La agredió sexualmente pero ella se resistió, diciéndole que lo que pretendía hacer era un pecado.
El chico amordazó a María Goretti. Primero le mostró un puñal y ella siguió sin consentir. Luego él le arrancó la ropa y María pudo deshacerse de la mordaza.
-No hagas eso, que es pecado. Irás al infierno, dijo María.
Alessandro Serenelli le asestó 14 cuchilladas que produjeron heridas graves, pero no había muerto. La llevaron al hospital y el médico registró heridas en el pericardio, el corazón, el pulmón izquierdo, el diafragma y el intestino.
El perdón
María pudo recibir los últimos sacramentos. En el momento de darle la comunión, el sacerdote le preguntó:
-María, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino?
Ella contestó:
"Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado. Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado".
Conversión de Alessandro en la cárcel
Alessandro Serenelli fue detenido, procesado y condenado a 30 años de cárcel. Decía que no se arrepentía de nada. En sueños, santa María Goretti se apareció a Alessandro, tras lo cual este se arrepintió y escribió una carta a monseñor Blandini. Decía:
"Lamento sobre todo el crimen que cometí porque soy consciente de haberle quitado la vida a una pobre niña inocente que, hasta el último momento, quiso salvar su honor, sacrificándose antes que ceder a mi criminal voluntad. Pido perdón a Dios públicamente, y a la pobre familia, por el enorme crimen que cometí. Confío obtener también yo el perdón, como tantos otros en la tierra".
Alessandro cumplió 26 años de condena. Luego fue hortelano de un convento de capuchinos y más tarde fue admitido en la orden terciaria de san Francisco. Su conducta fue ejemplar.
Relató su propio crimen
Fue llamado como testigo en el proceso de canonización de María Goretti. Explicó por qué lo hacía:
"Debo reparación, y debo hacer todo lo que esté en mi mano para su glorificación. Toda la culpa es mía. Me dejé llevar por la brutal pasión. Ella es una santa, una verdadera mártir. Es una de las primeras en el paraíso, después de lo que tuvo que sufrir por mi causa".
En la Navidad de 1937, Alessandro fue a Corinaldo y pidió perdón a la madre de santa María Goretti por el crimen que había cometido. Ella le respondió:
"Si María te perdonó, ¿cómo no voy a perdonarte yo?"
Santa María Goretti fue canonizada el 24 de junio de 1950 por el Papa Pío XII. Su festividad se celebra el 6 de julio.