La Iglesia no es de los Papas, ni de los obispos, es exclusivamente de Cristo
El Papa Francisco presidió esta mañana la Celebración Eucarística en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo y realizó la bendición de los palios que fueron entregados a los nuevos arzobispos.
En su homilía, el Papa hizo una llamada a la oración, a la fe y al testimonio. Comenzó su intervención hablando de las persecuciones que “desgraciadamente perduran todavía hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos” y recordó la valentía de “los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana, la valentía para llevar adelante la obra de la evangelización, sin miedo a la muerte y al martirio”.
Iglesia en oración
Para el Papa Francisco la primera comunidad cristiana “era una Iglesia en oración”. “Si pensamos en Roma, las catacumbas no eran lugares donde huir de las persecuciones sino, sobre todo, lugares de oración, donde santificar el domingo y elevar, desde el seno de la tierra, una adoración a Dios que no olvida nunca a sus hijos”.
“¿Pensamos en cuántas veces ha escuchado el Señor nuestra oración enviándonos un Ángel?”, continuó el Papa Francisco, que mostró que el Señor pone ángeles en nuestro camino, “pero nosotros, por miedo, incredulidad o incluso por euforia, los dejamos fuera”.
No existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene fe
“Ninguna comunidad cristiana puede ir adelante sin el apoyo de la oración perseverante”, explicó el Papa, “en la oración, el creyente expresa su fe, su confianza, y Dios expresa su cercanía, también mediante el don de los Ángeles, sus mensajeros”.
En la segunda parte de su intervención, hablando de la fe, Papa Francisco explicó que “la Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los sacerdotes y tampoco de los fieles, es única y exclusivamente de Cristo. Solo quien vive en Cristo promueve y defiende a la Iglesia con la santidad de vida, a ejemplo de Pedro y Pablo”.
“Los creyentes en el nombre de Cristo han resucitado a muertos, han curado enfermos, han amado a sus perseguidores, han demostrado que no existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene la fuerza de la fe”, afirmó.
Llamada al testimonio
Finalmente, el obispo de Roma habló del testimonio y mostró cómo fue el de Pedro, Pablo y todos los Apóstoles de Cristo: “Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril, un muerto que cree estar vivo, un árbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua”.
“La Iglesia ha vencido al mal gracias al testimonio valiente, concreto y humilde de sus hijos. Ha vencido al mal gracias a la proclamación convencida de Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo», y a la promesa eterna de Jesús (cf. Mt 16,13-18)”, explicó el Papa Francisco.
En la homilía, el Obispo de Roma también quiso mandar un mensaje a los arzobispos que hoy recogían el palio: “La Iglesia os quiere hombres de oración, maestros de oración, que enseñéis al pueblo que os ha sido confiado por el Señor que la liberación de toda cautividad es solamente obra de Dios y fruto de la oración, que Dios, en el momento oportuno, envía a su ángel para salvarnos de las muchas esclavitudes y de las innumerables cadenas mundanas”.
“El testimonio más eficaz y más auténtico consiste en no contradecir con el comportamiento y con la vida lo que se predica con la palabra y lo que se enseña a los otros”, terminó mostrando el Santo Padre.
Angelus en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Tras la misa y durante el Rezo del Angelus, el Papa Francisco volvió a recordar algunas ideas expresadas en la homilía y renovó su saludo a los Metropolitanos arzobispos nombrados en el último año, a quien bendijo sus palios: “espero que el Palio, así como el incremento de los vínculos de comunión con la sede de Pedro, sea un estímulo para un servicio cada vez más generoso a las personas confiadas a su celo pastoral.”
De igual manera recordó su alegría por el viaje a Bolivia, Perú y Paraguay y pidió oraciones por los frutos de este viaje que comenzará el próximo día 5 de julio.