Masivos homenajes a la patrona de la provincia de Catamarca y una de las principales advocaciones marianas en la Argentina
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Tras una intensa semana de celebración y peregrinación, Catamarca celebró a María en una de las advocaciones marianas más difundidas en la Argentina: Nuestra Señora del Valle. La Morena del Valle, como también se la conoce a María cuando se la recuerda en esta imagen, fue celebrada en todos los rincones del país donde un templo lleva su nombre, aunque el epicentro de las celebraciones fue su Catamarca.
El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió la celebración central, y recordó durante su homilía el año diocesano dedicado a los laicos.
“Pidamos a la Santísima Virgen del Valle que derrame abundantes gracias divinas sobre todos los laicos que aún no se percatan de la sublime vocación que tienen desde el día de su bautismo”, pidió el prelado, que durante toda la semana acompañó los distintos grupos que se acercaron hasta el santuario mariano para honrar a María.
Las celebraciones, que coinciden con el 124° aniversario de la Coronación Pontificia, ocurrida el 12 de abril de 1891, comenzaron el 11 de abril con la tradicional "bajada" de la imagen de la Virgen desde el camarín hasta la nave central de la catedral catamarqueña.
Ya en esa ocasión, y ante las máximas autoridades provinciales y municipales, el obispo insistió en que “los laicos, ampliamente siempre los más numerosos, mientras son sal, luz y fermento en medio de las realidades temporales, las van impregnando de los valores que brotan de la fe recibida en el bautismo”.
Los medios de comunicación también tuvieron su oportunidad de rendirle homenaje a la Virgen con una misa, que fue transmitida, como todas las de todas las noches, por Radio Nacional Catamarca.
Por colorido, quizá una de las más destacadas fue la peregrinación del 13, que engalanó la ciudad con la "Cabalgata de los gauchos". Aproximadamente unos 16 mil jinetes provenientes de todas partes de la provincia de Catamarca, pero también de Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja y Tucumán se acercaron a homenajear a la Virgen "morenita".
Hasta el precandidato presidencial y gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli estuvo presente, entre otras visitas de las fuerzas de seguridad, los trabajadores de Obras Públicas, etc.
Otro de los momentos más emocionantes fue la misa ante la Virgen de las Embarazadas con renovación de las promesas matrimoniales, al término del cual hubo un espacio para el testimonio de jóvenes recuperados de las adicciones en la Comunidad Cenáculo.
Historia
El origen de esta advocación mariana se remonta a entre 1618 y 1620, en una gruta de Choya, Catamarca. Allí vivían españoles y originarios del pueblo, en su mayoría cristianos. Un originario que trabajaba para el español Manuel de Salazar un día oyó voces. A la mañana siguiente el hombre regresó a ese lugar y encontró las huellas y un sendero.
Caminó por él unos cinco kilómetros hasta llegar a un nicho con rústicos asientos y fogones recientemente apagados. Al fondo encontró una imagen de la Virgen María, pequeña, limpia, y morena, como los aborígenes, que pronto aprendieron a quererla, como así también los españoles.
Nuestra Madre del Valle es, además de patrona de Catamarca, patrona del Noroeste Argentino, de la diócesis de Añatuya, del paracaídismo y del turismo, entre otros reconocimientos que posicionan a esta advocación como una de las más concurridas por los argentinos a la hora de acercarse a la Madre de Dios. Su manto celeste y blanco y su tez morena hacen que algunos la confundan con Nuestra Señora de Luján.