El 26 de marzo habrá una marcha por la paz seguida de una hora de adoración
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“Como Iglesia estamos sumamente preocupados y auguramos que el Gobierno y la sociedad encuentren la manera de resolver el problema en beneficio de todos”, expresó el pasado fin de semana el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, respecto a la elevada cifra de homicidios registrada en ese país centroamericano.
Esto sucede a escasos días de que se celebre en todo el país y en buena parte del continente americano un aniversario más, el trigésimo quinto, del asesinato presumiblemente por fuerzas derechistas de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, ocurrido el 24 de marzo de 1980.
Marzo, mes muy caliente
La escalada de violencia criminal que azota a El Salvador, ha causado un promedio de 15 asesinatos por día en la primera quincena de marzo, según los registros de las autoridades.
Los datos oficiales revelan que 231 personas han sido asesinadas entre el 1 y el 15 de marzo, lo que refleja un aumento de 111 crímenes con respecto al mismo período del año pasado, en el que se reportaron 120 asesinatos en la primera quincena del mes en que los salvadoreños recuerdan a quien será beatificado el próximo 23 de mayo, justamente en San Salvador, donde fue asesinado cuando oficiaba una misa.
Detallan las cifras reveladas por las autoridades que este fin de semana pasado los delincuentes asesinaron a 48 personas en todo el país. El viernes 13 de marzo se registraron 12 homicidios, al día siguiente, 15 personas perdieron la vida a raíz de la violencia y el domingo 15 de marzo hubo 21 homicidios.
La ola de violencia que en su mayoría es provocada por las pandillas ha cobrado la vida de 873 personas desde el 1 de enero hasta el 15 de marzo, lo que refleja un aumento de 272 homicidios con relación al año pasado en el que reportaron las muertes violentas de 601 personas.
Las cifras revelan que existe una tendencia al alza de los homicidios en las últimas semanas y la situación es tan grave que por lo menos cinco días de marzo han superado los 20 asesinatos diarios, además del domingo pasado que alcanzó los 21 crímenes.
Deber de las autoridades
En relación al alto índice de criminalidad, el arzobispo metropolitano de San Salvador dijo que “algo fundamental es la represión del crimen; es un deber de las autoridades” pero que también era importante que haya programas de superación y espacios que permitan a las personas y jóvenes poder estudiar y cultivarse, así como también las oportunidades de trabajo “sobre todo en zonas empobrecidas”.
“Es por lógica que zonas más empobrecidas son las más violentas; si vamos a la historia hay que ver por qué esas zonas son tan pobres… lugares como Apopa, Soyapango y todos sus alrededores, y al interior del país”, dijo el arzobispo, señalando que son los lugares “más agobiados por la violencia”.
Apoyo total de la Iglesia
El prelado salvadoreño, por otra parte, manifestó ayer que la marcha por la paz organizada por el Consejo de Seguridad Ciudadana y Convivencia el 26 de marzo cuenta con el apoyo de la Iglesia católica.
Para el arzobispo metropolitano, sucesor de monseñor Romero, se trata de una idea positiva “que ayudará a concienciar al pueblo salvadoreño para que vele por la paz en el país”.
Monseñor Escobar Alas dijo que la Iglesia católica de El Salvador también hará su parte. “Como Iglesia católica hemos querido que después de la marcha haya una hora de adoración al Santísimo, por la paz. En los templos nuestros, el Santísimo estará expuesto y las personas están invitadas, les pedimos que vayan y pidan por la paz”.
Para el 26 de marzo, la Asamblea Legislativa, en sesión plenaria, aprobó un asueto nacional remunerado para los sectores públicos y privado, para celebrar el
Día de Nacional de la Vida, la Paz y la Justicia.
El decreto no fue aprobado por los diputados de la fracción que representa el partido político ARENA, ligado por la historia y las investigaciones con las fuerzas que, presuntamente, asesinaron a monseñor Romero.
Misa solemne
Finalmente, monseñor Escobar Alas anunció que celebrará una misa que conmemorará el 35º aniversario de la muerte de monseñor Óscar Arnulfo Romero, que será presidida por el recientemente nombrado cardenal, monseñor José Luis Lacunza, obispo de la diócesis de David, Panamá.
La celebración será en la catedral metropolitana a las 10 de la mañana, y representa el preludio de los actos conmemorativos del asesinato de monseñor Romero, que habrán de culminar con su beatificación el próximo mes de mayo de 2015.
“Invitamos a todos a participar en ella y a que celebramos el aniversario de monseñor Romero y el año mismo de su beatificación”, finalizó monseñor Escobar Alas.
