“Esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, es mi deber, me sale del corazón”, dijo apenas ungido Papa cuando hizo lo mismo en una cárcel de menores
El Papa Francisco se trasladará el 2 de abril, Jueves Santo, desde el Vaticano al Nuevo Complejo Penitenciario de Rebibbia para encontrarse con los detenidos de esta cárcel romana, informó este miércoles 11 de marzo la Prefectura de la Casa Pontificia.
A las 17,30, en la iglesia “Padre Nuestro”, el Papa celebrará la Misa in coena Domini durante la cual lavará los pies a algunos detenidos y a algunas detenidas del cercano Penitenciario femenino.
Esta no es la primera vez que el Papa hace el lavado de los pies a personas encarceladas o personas comunes.
De hecho, es una tradición que el entonces arzobispo de Buenos Aires realizaba en la casa del Hogar de Cristo a los jóvenes en rehabilitación por la adicción a las drogas. Los Jueves Santos visitaba la Villa 1-11-14 para recordar el gesto de Jesús hacia sus apóstoles.
Hace dos años, al inicio de su pontificado, el Papa sorprendió al mundo con este gesto en una cárcel de menores.
El 30 marzo de 2013, Francisco ofició en la cárcel romana de Casal del Marmo la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, durante la cual lavó los pies a doce jóvenes allí recluidos, entre ellos dos muchachas, una musulmana y otra católica, imitando Jesús.
"Esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago. Es mi deber, me sale del corazón y amo hacerlo", dijo el entonces neo Pontífice cuando se disponía a lavar los pies a los doce jóvenes.
En esa ocasión, Francisco aseguró que el lavatorio de los pies "es una caricia de Jesús". "Entre nosotros quienes está más alto debe estar al servicio de los otros y eso es lo que yo hago lavando los pies, un deber como obispo y como sacerdote", explicó.
Así, el Obispo de Roma lavó los pies arrodillado, después los secó y los besó. Esa fue la primera vez que un Papa oficiaba la misa del Jueves Santo en una cárcel y no en la Basílica de san Juan de Letrán, como era costumbre.