La familia de Santa Teresa de Lisieux bien puede considerarse un modelo de santidad.
No sólo esta religiosa y Doctora de la Iglesia es ampliamente venerada como una de las santas más queridas por los creyentes sino que sus padres, Louis Martin y Celia Guérin, fueron beatificados por San Juan Pablo II en 2001. Ahora a esta ilustre representación celestial de la familia Martin se podría unir la hoy Sierva de Dios Leonie Martin, hermana y considerada discípula de Santa Teresa. El Obispo de Bayeux y Lisieux, Francia, Mons. Jean-Claude Boulanger, dio inicio formal al proceso diocesano para establecer al heroicidad de sus virtudes, el primer paso con miras a su posible beatificación.
El jefe de prensa de la Diócesis, P. Laurent Berthout, indicó que la fama de santidad de Leonie Martin, cuyo nombre religioso fue Hna. Francisca Teresa, motivó a la Iglesia comenzar las indagaciones sobre sus virtudes. "Por muchos años, las personas se han conffiado a las oraciones de Leonie Martin, viniendo hasta su tumba en el Monasterio de la Visitación, donde fue religiosa de 1899 a 1941", relató el sacerdote, quien afirmó que los devotos han ofrecido testimonios de gracias obtenidos por intecesión de la religiosa. "Leonie Martin vivió una vida simple, humilde y oculta en la sombra del claustro. Ella deseaba vivir la espiritualidad de San Francisco de Sales haciendo ‘todo a través del amor, nada a través de la fuerza’".
En este camino tomó como maestra a su hermana, Santa Teresa, "quien le enseñó a vivir por el Amor en las acciones más humildes y cotidianas", destacó el vocero. "Leonie dio testimonio con su vida de la posibilidad de vivirlo plenamente, incluso a pesar de sus limitaciones de carácter, salud y pruebas". Precisamente estas dificultades son el rasgo más característico de su vida, la cual presentó una infancia difícil caracterizada por graves enfermedades que motivaron a su tia, religiosa de la Visitación, a pedir la intercesión de Santa Margarita María Alacoque a través de una novena tras la cual finalmente se recuperó, si bien con secuelas que la afectarían de por vida.
Hermana y discípula
Leonie tuvo que vencer un carácter muy difícil, una grave tendencia a desobedecer a sus padres y poca habilidad en los estudios. Siendo frágil e inestable su cuidado fue confiado a una criada que resultó maltratándola y amenazándola para que no informara a sus padres. Todas estas condiciones conformaron una infancia que la propia Sierva de Dios no gustaba recordar. La única persona que manifestó esperanza en que Leonie demostrara ser una persona de gran valor fue su tía religiosa, quien escribió en aquella época: "ella es una niña difícil, pero yo creo que más tarde ella será tan valiosa como sus hermanas. Tiene un corazón de oro y, si su inteligencia es lenta, encuentro en ella buen juicio". En otra carta, esta religiosa llegó a afirmar: "¡La puedo ver muy bien como una pequeña Visitandina!".
Sin embargo, la muerte de su hermana Helene a la edad de cinco años y la enfermedad y muerte de su madre en 1877 significaron nuevas pruebas en su vida y ella junto a su hermana Celine tuvieron que cuidar la enfermedad de su padre tras el ingreso de Pauline y Teresa a la vida religiosa. El beato Louis Martin tuvo que ser ingresado en un hospital psiquiátrico en Caen, en 1889 y las hermanas se mudaron cerca de este lugar, lo que permitió que Leonie retomara contacto con el Monasterio de la Visitación. Intentó ingresar a la Orden de las Clarisas Pobres de Alencon, pero tuvo que dejarlas por problemas de la comunidad. Luego fue admitida en la Visitación en 1887, pero su salud y una cierta inestabilidad le impidieron seguir la vida religiosa. Regresó a la Visitación en abril de 1894, pocos meses antes de la muerte de su padre, para tener que salir nuevamente, cuando Celine había entrado en el Carmelo y Leonie quedaba sola por primera vez.
Antes de su muerte, Santa Teresa de Lisieux profetizó que al morir obtendría la gracia de que Leonie pudiera ingresar y permanecer en el Monasterio. Esta promesa se cumplió y en Julio de 1900, Leonie pudo hacer finalmente sus votos finales. Sirvió como subordinada en el Monasterio, deseando desaparecer ante el mundo. Tenía gran gusto en leer la Historia de un Alma escrita por su hermana, en la cual ella identificaba también rasgos de la espiritualidad de San Francisco de Sales, lo que le permitió asumir de lleno el camino de la infancia espiritual, que consideró unida a la de su propia congregación. "Mi espiritualidad es la de Teresa y, por tanto, la de nuestro santo fundador", escribió. "Su doctrina y la de ella son una. ¡Ella es el alma que nuestro gran doctor soñó!"
Leonie dominó su carácter y se tornó en una religiosa llena de paz, dedicada a la gratitud a Dios y de notable alegría y servicialidad. Al acercarse su muerte, la Madre Inés (su hermana Paulina) le propuso que llegado el momento permitiera que su cuerpo fuera sepultado junto a sus hermanas en el templo erigido en honor de Santa Teresa. La religiosa declinó esta propuesta: "Soy una Visitandina, quiero quedarme en la Visitación". De esta forma su tumba está ubicada en el Monasterio de la Visitación de Caen, donde vivió, y el lugar se ha convertido en sitio de peregrinación de muchos fieles que han visitado antes el Santuario de Santa Teresa.
Con información de LeonieMartin.org.
Artículo originalmente publicado por Gaudium Press