La minoría afroamericana protesta contra la violencia policial desproporcionada
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Las muertes de Mike Brown, Eric Garner y la del pequeño Tamir E. Rice, dos jóvenes y un niño afroamericanos, a manos de policías blancos, han encendido la protesta racial y los disturbios por racismo así como las protestas en Estados Unidos.
El pasado sábado 13 de diciembre, al grito de "Justicia para todos", miles de manifestantes, convocados por la Red de Acción Nacional –una asociación civil fundada por el reverendo Al Sharpton, se congregaron en la Plaza de la Libertad, cerca de la Casa Blanca, en el corazón de Washington. Con el mismo lema hubo manifestaciones en otras ciudades importantes del país como Nueva York, Boston, San Francisco y Oakland.
Los derechos son de todos
En la caminata de la multitud hacia el edificio del Capitolio, sede del Congreso, se podían leer pancartas con consignas como "Las vidas negras importan"; "Manos arriba, no disparen", o "El racismo es una enfermedad letal". Los manifestantes exigieron una respuesta más agresiva por parte del gobierno federal y afirmaron que su lucha es “por los derechos humanos” y no solamente contra el racismo.
Por su parte, el propio reverendo Sharpton, quien actuó como uno de los organizadores de la megamarcha, subrayó que "esto no es una marcha blanca o una marcha negra; ésta es una marcha estadounidense, de manera que los derechos de todos los estadounidenses están protegidos". Testigos de los hechos corroboraron el hecho de que se trató de una manifestación pluriétnica y pluricultural.
“No puedo respirar”
El caso de Eric Garner, que murió el pasado julio en Nueva York a manos del policía blanco Daniel Pantaleo, contra el que un gran jurado decidió no presentar cargos hace diez días, fue una de las mechas que encendió la flama de la protesta de amplios colectivos de afroamericanos y de defensores de los derechos humanos en Estados Unidos.
Según los informes ministeriales, Garner, de 43 años, era asmático y murió por asfixia, según determinó la autopsia, luego de que Pantaleo le colocara el brazo alrededor del cuello y ejecutara una llave de estrangulamiento, acto que fue grabado por en vídeo por una persona que se encontraba cerca del lugar de los hechos.
Sin duda, el disparador de la marcha en Washington fue que otro gran jurado decidió el pasado mes de noviembre no imputar al policía blanco Darren Wilson por la muerte del joven negro Michael Brown. Wilson, de 28 años, tiroteó a Brown, de 18 años, tras robar éste una caja de cigarrillos en un supermercado de Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri), en circunstancias no aclaradas públicamente.
Pistolas de juguete, balas de verdad
Otro caso gravísimo –que fue recordado durante el mitin en Washington– fue el del pequeño Tamir E. Rice, de 12 años, que murió en Cleveland, el pasado mes de noviembre, por los disparos de un policía que confundió la pistola de juguete que portaba el menor con un arma de verdad. Los disparos a quemarropa acabaron con la vida del niño cuyo “delito” fue salir a la calle con un arma de plástico en la mano.
Familiares de esas tres víctimas y de otras más que se consideran dentro de esta corriente contraria a los negros por parte de la policía blanca, acudieron el sábado a la manifestación de Washington y expresaron ante la multitud su condena de la violencia policial. "Este es un momento histórico", afirmó la madre de Eric Garner, Gwen Carr, quien vestía una sudadera con la frase "No puedo respirar", misma que se ha convertido en un eslogan de las manifestaciones en contra del racismo policiaco que se presume existe en Estados Unidos.
De pie y exigiendo juntos justicia
La misma Gwen Carr manifestó que "es tan emocionante ver a todos los que han venido aquí con nosotros. Miren la multitud —negros, blancos, están todas las razas, todas las religiones (…) Necesitamos permanecer de esta manera en todo momento."
Mientras que Kadiatou Diallo, madre de Amadou Diallo, baleado 41 veces por cuatro agentes de la policía de Nueva York en 1999, levantó un ejemplar de la revista Time cuya portada hablaba sobre el asesinato de su hijo. Los oficiales fueron procesados por asesinato en segundo grado y otros cargos, pero fueron absueltos por un jurado.
"Hoy, 15 años después, estamos de pie juntos para exigir lo mismo", dijo sobre la brutalidad policial. "Piensen en eso por un momento. Piensen en todos los jóvenes que nos han quitado.”, y añadió "éste no es el final, debido al mar de gente que se levantó”.
Un problema estadounidense
Barack Obama, el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos, ha reafirmado, recientemente, su compromiso con la mejoría de la relación entre la policía y las minorías del país. Obama subrayó la "inquietud de demasiadas comunidades de minorías de que las fuerzas del orden no lidian con ellos de una manera justa".
"Este es un problema estadounidense, cuando alguien de este país no es tratado con igualdad ante la ley. Es un problema y, como presidente, es mi trabajo ayudar a resolverlo", aseveró Obama.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) y CEO de la Universidad de Cornell, William Brooks, en un comunicado dijo: “Esta marcha es una de las muchas manifestaciones para mostrar el Congreso, al país y al mundo que no nos quedaremos en silencio hasta que consigamos el cambio sistémico, la rendición de cuentas y la justicia en casos de mala conducta policial".
Ahí es donde nace la rabia
En el mismo orden de ideas, Marc Morial, presidente de la Liga Urbana Nacional, dijo que los manifestantes están exigiendo que los policías porten cámaras integradas en los uniformes, para que los fiscales especializados investiguen la mala conducta policial y las leyes contra la discriminación racial.
El concejero del gobierno de Nueva York, Jumaane Williams, que marchó en Washington, dijo que la protesta tenía que ir más allá de la brutalidad policial y que se deben de tratar temas como la vivienda, el desempleo y el mejoramiento de escuelas. "Ahí es donde tenemos que dirigir la conversación", dijo. "Ahí es donde nace la rabia”, terminó señalando Williams.