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San Saturnino de Tolosa, mártir linchado por la multitud

SATURNIN
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Dolors Massot - publicado el 29/11/14
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Por negarse a adorar a los ídolos, el primer obispo de Toulouse dio testimonio de su fe

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Saturnino (Sernin o Serenin en francés) fue el primer obispo de Toulouse, mártir en tiempos del Imperio Romano. Su labor pastoral se extendió por las Galias, el Pirineo y la Península Ibérica en el siglo III.

Según narran las Actas de Surio, Saturnino predicó en Aquitania durante el Consulado de Gracio y Decio, en el siglo III. En Tolosa convirtió a Honesto, quien pasaría a ser misionero con él.

En la ciudad de Carcasonne, el prefecto romano Rufino ordenó su detención y fueron encarcelados pero un ángel los liberó milagrosamente.

Honesto fue a predicar a Pompaelo (hoy Pamplona). Debatía con el senador pagano Firmo e hizo llamar a Saturnino.

Saturnino y Honesto convirtieron y bautizaron a varios paganos de la ciudad, entre ellos Firmo y su esposa, a quienes bautizó Saturnino. El hijo de ambos, Fermín, luego sería obispo de Amiens.

Falleció en el año 250 por linchamiento popular: se negaba a sacrificar a los dioses, a los que ridiculizaba,y la multitud pagana decidió atarlo al cuello de un toro (que se debía haber sacrificado a Júpiter).

El animal corrió por la ciudad y escaleras abajo del templo de tal manera que el cuerpo de Saturnino quedó destrozado. Dos mujeres recogieron su cadáver y le dieron sepultura, tal como consta en el acta martirial.

Hoy sus restos se siguen venerando en la iglesia de Notre-Dame du Taur (Nuestra Señora del Toro) en Toulouse.

Santo patrono

San Saturnino (Sadurní en catalán) es patrono de Toulouse en Francia. En España, de PamplonaSant Sadurní d’Anoia, Montornès del Vallès, Sant Sadurní de l’Heura, Montmajor, Artajona y Ventosa.

Oración

Señor Jesucristo,

luz verdadera que alumbras siempre al mundo,

que por la predicación de tu mártir y obispo san Saturnino

visitaste la ciudad de Pamplona y la iluminaste con la luz de la fe,

concédenos por su intercesión, confesar la misma fe y llegar finalmente a la fuente de la luz eterna.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

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