Obispos de Malawi fueron recibidos por el Papa Francisco en el Vaticano. “Sigan cerca de los pobres, enfermos e indigentes”
“Les doy la bienvenida a ustedes que viene del cálido corazón de África y llegan a Roma, el cálido corazón de la Iglesia” dijo Papa Francisco al recibir este jueves en el Vaticano en audiencia matutina a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Malawi en ocasión de la visita “ad Limina Apostolorum”.
El Obispo de Roma sostuvo que los esfuerzos pastorales y administrativos de la Iglesia en general en Malawi son fruto de la fe, además de la unión fraterna y espiritual que caracterizan esta comunidad cristiana.
Papa Francisco se mostró gratamente sorprendido ‘’por el espíritu de la gente de Malawi, que, aunque se enfrenta con muchos obstáculos graves en términos de desarrollo, progreso económico y nivel de vida, permanece firme en su compromiso con la vida familiar’’.
Luego aludió que la familia es la institución que nos enseña el amor, el sacrificio y la fidelidad. “Es donde la Iglesia y la sociedad en Malawi encontrarán los recursos necesarios para renovar y construir una cultura de solidaridad”.
El Pontífice remarcó la conciencia que existe en la Iglesia de Malawi en preservar los valores de la familia “como padres y pastores, ustedes están llamados a nutrirla, protegerla y fortalecerla en el contexto de la ‘familia de la fe’, que es la Iglesia…Se podría decir que la aportación más grande que la Iglesia puede dar al futuro de Malawi y, además a su propio desarrollo, es un apostolado de la familia completo y alegre..”
“Por lo tanto, – continuó – si ustedes hacen todo lo posible para apoyar, educar y evangelizar a las familias, especialmente aquellas en situación de dificultades materiales, ruptura, violencia o infidelidad, los beneficios para la Iglesia y la sociedad” serán inestimables.
El Pontífice pidió a los obispos de permanecer cerca de sus seminaristas y sacerdotes, les invitó a demostrarles “amor de padres” y preocupándose, asimismo, de garantizarles una formación completa sea espiritual que intelectual y pastoral.
Por otro lado, se refirió a su preocupación por la tragedia de la baja esperanza de vida y de la extrema pobreza de gran parte de la población del país, ubicado en el África Oriental.
”Pienso en los que sufren de VIH / SIDA, y en sobretodo en los niños huérfanos y en los padres que se quedan sin amor ni apoyo como consecuencia de esta enfermedad”, afirmó el Obispo de Roma, exhortando a los obispos a seguir al lado de los que sufren, de los enfermos, y particularmente de los niños.
”Les pido especialmente que hagan llegar mi gratitud a los muchos hombres y mujeres que ofrecen la ternura y el amor de Cristo en las instituciones sanitarias católicas. El servicio que la Iglesia ofrece a los enfermos, a través de la pastoral, la oración, las clínicas y los centros de acogida, siempre debe tener como centro a Cristo, quien nos amó y se entregó por nosotros”.
Por último pregunto: “¿Cómo podemos ser seguidores del Señor si no nos involucramos personalmente en el ministerio a los enfermos, los pobres, los moribundos y los indigentes? De nuestra fe en Cristo, nacida del reconocimiento de nuestra necesidad de quien vino a sanar nuestras heridas, para enriquecernos, para darnos vida, para alimentarnos, brota la preocupación por el desarrollo completo de los más abandonados de la sociedad”.