Ya curada, la religiosa ofrece su plasma para curar el Ébola
En el Hospital de San José de Monrovia (Liberia) se encontraban luchando contra el virus dos misioneros de nacionalidad española: Miguel Pajares (tristemente fallecido) y Juliana Bonoha (finalmente no infectada). Junto a ellos otros tres misioneros: la hermana Chantal Pascaline, y el hermano Georges Combey (ambos fallecidos) y la hermana Paciencia Melgar.
Sólo los españoles fueron repatriados a España. El gobierno español no quiso traerlos. La Organización Mundial de la Salud lo desaconsejaba. Posiblemente era un riesgo que no se podía correr. La hermana Paciencia consiguió superar el Ébola en Liberia y ahora se encuentra en España para ofrecer su plasma (inmune al virus), mostrar su experiencia y ayudar a luchar contra la enfermedad.
La hermana Paciencia no guarda rencor "por no haber podido venir a España cuando tenía el virus" y ha mostrado en rueda de prensa su alegría por "poder hacer el bien" ayudando a Teresa Romero.
En una rueda de prensa, sin precedentes en cuanto a la proyección mediática, la religiosa ha querido mostrar su testimonio vital, su colaboración con los posibles infectados por el virus del Ébola y ha recordado la situación que se vive en África. Ella sabe lo que se siente…son los grandes olvidados de toda esta emergencia sanitaria.
Hace meses era una misionera africana infectada por Ébola y hoy los medios de comunicación la convierten en heroína por salvar con su plasma a Teresa Romero, la enfermera española contagiada.
Todo sencillez y todo buenas palabras. Ni un solo reproche. La religiosa Paciencia Melgar ha alabado la “generosidad y la entrega” de Teresa Romero, quien cuidó de su compañero Manuel García Viejo. Ella intentó llegar para ayudar con un suero creado a partir de su sangre. Llegó tarde, pero ahora su plasma ha servido para salvar a Teresa. También ha elogiado el trabajo del Hospital Carlos III-La Paz, ha calificado a los médicos, enfermeros y auxiliares como “"buenos profesionales, responsables y competentes" y se mostró orgullosa de “la sanidad que hay en España".
El Ebola no sólo ataca a los países africanos
"Estamos aquí, no por buscar protagonismo, sino para seguir sensibilizando sobre un tema que nos compete a todos", explicaba la religiosa, que lleva 11 años en Liberia trabajando de enfermera, con la intención de que por fín se destinen recursos económicos y humanos para luchar donde hace falta, en África, en el foco de la epidemia, donde los enfermos mueren y nadie se acuerda de ellos. Por ello suplica a los países de los cinco continentes que se involucren en la lucha contra la epidemia: “es un enemigo peligroso, que no sólo ataca a los países africanos”.
Fue duro su aislamiento en Monrovia, fue duro conocer las noticias del fallecimiento de sus compañeros, aunque confiesa que nunca perdió la paz y la serenidad: “en ningún momento pensé que me iba a morir, ni cuando me llevaron al centro de aislamiento”.
Se encuentra en España para ayudar con su sangre, pero su gran preocupación y su mirada esta puesta en África, donde la situación es dramática: “En el centro había pacientes que necesitaban oxígeno y no había, teníamos un solo baño para más de 30 personas, eso no es higiénico”. “No es un lugar adaptado para recibir pacientes”, continúa, “pero es lo que había, las camas son camillas estrechas, había pacientes en colchones en el suelo, ves cómo cada día tu vecino de cama muere y es horroroso, escuchas cada día los gritos de auxilio de la gente y no siempre está presente el personal porque el traje es caluroso y una vez que atienden a los pacientes se van”.
La hermana Paciencia ha venido a España sobre todo para dar voz a las víctimas que mueren en África por falta de ayuda del primer mundo. Ella viene de África para ayudar a las víctimas del Ébola en España… una generosidad que merece al menos una respuesta.