De los inesperados sucesos derivados de la elección de un Papa argentino, el que el barrio de Flores se haya convertido en un punto turístico es probablemente uno de los más curiosos. Confirman la dirección de la casa en la que nació.
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El “circuito papal en Bus” tendrá una nueva parada. La dirección de la casa en la que nació Jorge Mario Bergoglio no es Membrillar 531, como algunos pensaban hasta ahora. Sino Varela 268, a unos 800 metros de la casa en la que efectivamente se crió, sobre Membrillar. Eso sí, todo en el barrio porteño de Flores, inesperado inicio hasta hace poco de uno de los recorridos recomendados por el área de turismo de la Ciudad de Buenos Aires.
El hallazgo es responsabilidad del historiador porteño Daniel Vargas, quien con aguda perspicacia advirtió ante la vorágine por la rápida recreación biográfica de Bergoglio que la casa en la que se crió no necesariamente era la de su nacimiento. Buscando en los registros oficiales, Vargas dio con la partida de nacimiento del 17 de diciembre de 1936, firmada por Mario José Bergoglio, que constataba fecha, hora y lugar del nacimiento. En Varela 268 vivían los padres de Jorge Mario, y allí, ese 17 de diciembre, a las 21, nació el futuro Papa.
Vargas envió la documentación a la casa Santa Marta, y pudo conversar en dos ocasiones con Francisco, quien además de confirmarle la información y agradecerle la investigación, le aportó nuevos datos. La investigación de Vargas fue presentada ante la Junta de Estudios Históricos de Almagro.
Si bien en Flores los vecinos sabían de esa información sobre el más ilustre de los vecinos- en los barrios todo se sabe- la aclaración de Vargas ante las autoridades del Gobierno de la Ciudad dejarán debidamente documentado otro lugar histórico del ya histórico barrio de Flores.
El centro geográfico de la ciudad
Después de Palermo y Villa Lugano, Flores es el barrio de Buenos Aires más extenso. Además, es uno de los cinco más poblados. Debe su nombre a uno de los primeros estancieros, Juan Diego Flores.
Pero el nombre completo del barrio, ubicado en el centro geográfico de la Ciudad, es San José de Flores. La primera parte del nombre está relacionada con el ícono más importante del barrio: la basílica de San José. Su edificación comenzó a principios del siglo XVIII y hasta albergó una vigilia de oración del prócer argentino Manuel Belgrano en tiempos de la lucha por la Independencia. Aquel templo, de imponente pórtico romano y doble campanario no resistió demasiado, y para 1883 ya se había edificado otro templo, que se conserva hasta hoy.
En un confesionario de esa basílica, donde se guarda una bellísima imagen de San José, suele recordar el Papa que descubrió su vocación al sacerdocio.
La plazoleta donde jugaba a la pelota y otras paradas
Una amable periodista, de Flores como él, pudo decirle recientemente a Francisco que vivía en la intercesión de las calles Membrillar y Bilbao. “Ahí jugaba a la pelota”, recordó cariñosamente el Papa, haciendo referencia a la plazoleta Herminia Brumana, también punto de atención del circuito papal porteño.
El recorrido también pasa por el barrio de Devoto, donde está el seminario diocesano al que ingreso Bergoglio antes de descubrir su vocación jesuita, y la parroquia San José del Talar y santuario de Nuestra Señora que desata los Nudos. En él se encuentra la imagen de esta advocación mariana, cuya devoción en el país fue impulsada por el futuro Papa. Él impulso en este templo la entronización de la imagen en 1996, y esta parroquia, ubicada en un barrio residencial que lejos estaba de ser referencia turística como es hoy, comenzó a ser concurrida por miles de devotos.