En esta ciudad de la llanura de Nínive se encuentran refugiadas muchas de las familias expulsadas de Mosul
Los milicianos del autoproclamado califato islámico responsable de la expulsión de los cristianos y chiítas de la ciudad de Mosul lanzaron un ataque con morteros contra la aldea de Tilkif este martes 22 de julio por la tarde, en un intento de penetrar en una de las ciudades de la llanura de Nínive, donde se han refugiado muchas de las familias expulsadas por las disposiciones impuestas por grupos sectarios que han tomado el control de la segunda ciudad de Iraq.
“El ataque comenzó desde un pueblo controlado por los yihadistas – informó a la agencia Fides el sacerdote caldeo Paul Thabit Mekko – pero fue rechazado por las tropas kurdas peshmerga".
"Por la noche, el pánico llevo a decenas de familias cristianas a huir a Dohuk, pero los soldados kurdos de un puesto de control les dijeron que la situación estaba bajo control y que podían regresar a casa -explicó-. El párroco Louis Hadil me ha confirmado que a las cuatro de la mañana la situación de emergencia en Tilkif había desaparecido”.
El episodio ilustra la incertidumbre que se cierne sobre toda la zona: por un lado, el ataque es una prueba de que la milicia del Califato islámico no se contenta con controlar Mosul y quiere extender el control sobre la llanura de Nínive.
“Pero la reacción de los Peshmerga – señala el padre Thabit Mekko – confirma que los kurdos están decididos a proteger esta zona y tienen la firme intención de rechazar cualquier intento de irrupción de los militantes yihadistas. Aquí, ahora, garantizando la seguridad de la población sólo están las fuerzas militares kurdas”.
(En la imagen, Peshmerga kurdo iraquí)