Se cumplen 38 años del asesinato del recordado obispo de La Rioja (Argentina), cuya vida y muerte marcaron al Papa Francisco
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Monseñor Enrique Angelelli no murió en un accidente automovilístico como se quiso encubrir tras su deceso el 4 de agosto de 1976. Su clamor por la paz y la justicia en una Argentina marcada por la violencia lo llevó al martirio. Y recién hoy, cerca de 38 años después, se conocerá la verdad sobre un prelado argentino cuyo martirio recuerda al de monseñor Óscar Romero.
Monseñor Angelelli, conocido por decir que había que tener “un oído en el Pueblo y otro en el Evangelio”, como el mismo Francisco escribe en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium reconociendo a un Obispo que mucho le inspiró, alzaba la voz tanto en defensa de los pobres de su provincia como contra la represión de la que fueron víctimas sacerdotes, religiosos y laicos durante el gobierno de Estela Martínez de Perón y la dictadura militar.
A pocos meses de iniciada la dictadura, y tras rezar un novenario por sacerdotes de su diócesis asesinados, la camioneta de Angelelli fue interceptada por un coche Peugeot, y tras volcar falleció por un golpe en la nuca. Tras el retorno de la democracia, en 1983, un juez reabrió la causa y dictaminó que su muerte fue un "homicidio fríamente premeditado". Sin embargo, las leyes de obediencia debida y punto final impidieron el conocimiento de la verdad. Con la derogación de estas normas, se reabrió la causa y este viernes 4 de julio se espera la sentencia definitiva. Los acusados son el ya condenado represor Luciano Menéndez y el comodoro Luis Estrella, imputados por homicidio calificado y asociación ilícita agravada. Los otros tres acusados ya fallecieron; entre ellos estaba el líder de la junta miliar Jorge Rafael Videla.
El actual obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Daniel Colombo, invitó a los fieles de la provincia a esperar en oración la sentencia. Un día antes, el jueves 3 de julio, se celebrará una misa en la catedral para rogar por el eterno descanso del difundo prelado. “Será la oportunidad para unir a nuestra comunión con el Señor, el homenaje a quien fue testigo ejemplar y heroico de Cristo, buen Pastor, derramando su vida por amor al Reino de Dios y su justicia”, expresó.
Angelelli, un hombre de periferia
En una entrevista realizada por El Espejo de la cadena COPE con la hermana del Papa Francisco Elena, meses después de su elección, ella recordaba a Angelelli como el pastor que siempre había inspirado a su hermano. A 30 años del asesinato, y siendo ya cardenal primado de la Argentina, fue Jorge Bergolio quien encabezó el principal homenaje de la Iglesia en la Argentina a Angelelli. En aquella Eucaristía, concelebrada en la catedral de La Rioja, Bergoglio clamó: "El día de la muerte de Angelelli, el 4 de agosto de 1976, alguno se puso contento porque creyó que era el triunfo. Fue su derrota. Esa sangre hoy clama por vida, y el recuerdo de Angelelli no es memoria encapsulada. Es un desafío”.
El Papa Francisco asistió a un retiro espiritual ofrecido por Angelelli unos días antes de su asesinato, el 13 de junio de 1976. Aquel día, el prelado había sido víctima de una pedrada, por quienes rechazaban su condena a los latifundistas. "Fueron días inolvidables porque recibimos la sabiduría de un pastor y la confidencia de esas pedradas. Me encontré con una Iglesia perseguida entera: pueblo y pastor", relató en aquella ocasión Bergoglio. Según expresó aquella noche, Angelelli acompañaba a su pueblo "hasta las periferias geográficas y existenciales". Era, según el hoy Papa, "un hombre de periferia, de encuentro”.