¿En qué cree “El Templo Satánico”? ¿Cuáles son sus prácticas? ¿Van en serio, o simplemente quieren alcanzar notoriedad?
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En los últimos meses se ha hecho célebre un grupo denominado “El Templo Satánico”, protagonista de algunas noticias polémicas como la realización de un monumento al Demonio junto al Capitolio de Oklahoma (EE.UU.), el anuncio de la celebración de una misa negra en un centro de la Universidad de Harvard o la campaña para promover el respeto al satanismo en los colegios públicos norteamericanos. Mucha gente se ha sorprendido porque no es una secta satánica conocida hasta ahora, pero ha cobrado gran popularidad mediática. ¿En qué cree esta secta? ¿Cuáles son sus prácticas? ¿Van en serio, o simplemente quieren alcanzar notoriedad?
De la estatua a los colegios, pasando por la universidad
Hace unos meses el Templo Satánico, una organización estadounidense, cobró gran popularidad al solicitar la instalación de un monumento al satanismo junto al Capitolio de Oklahoma, ya que allí ya se encuentra un monolito dedicado a los Diez Mandamientos. Con una curiosa concepción de la presencia pública de los signos religiosos, el diseño, que ya ha sido presentado, consiste en un Baphomet (figura con cuerpo humano y cabeza de macho cabrío) en postura de bendición, junto a un pentáculo satánico (estrella de cinco puntas invertida) y dos niños. Por las informaciones que se han publicado, su financiación a través de Internet ha superado las expectativas y pronto será instalado en el lugar previsto.
En su página web oficial proponen de una manera muy peculiar la financiación del monumento, y parece que les ha dado un buen resultado. Por 500 dólares uno podrá ver su nombre en la “lista de almas” que tendrá la estatua en la parte posterior, y por 666 dólares el nombre estará en mejor lugar –suponemos que delante–, aunque por sólo 1.200 el nombre pasará a encabezar la lista. Si uno quiere una réplica de la pieza, la podrá conseguir pagando 1.000 dólares, y por 100.000 el interesado podrá contar con su propia estatua.
El acontecimiento más reciente que ha provocado la polémica ha sido el anuncio de la celebración de una “misa negra satánica” este 12 de mayo en el Harvard Extension Cultural Studies Club, dependiente de la prestigiosa universidad norteamericana. Han desmentido las informaciones primeras sobre el uso de una Hostia consagrada, pero este inexplicable hecho en una universidad ha desatado un aluvión de críticas y quejas. No es la primera vez que actúan en este recinto académico, aunque sí han buscado un efecto más escandaloso. Anteriormente, al menos en dos ocasiones en 2013, el Club de Estudios Culturales de la Universidad de Harvard albergó conferencias de representantes del Templo Satánico.
Algo que no ha trascendido mucho fuera de los EE.UU. es su promoción de las uniones homosexuales de una forma ciertamente irreverente y provocativa. En julio de 2013 el Templo Satánico realizó una denominada “misa rosa” para celebrar las uniones civiles de parejas del mismo sexo… ¡en un cementerio! Según explican en su página web “el portavoz del Templo Satánico Lucien Greaves ofició la ceremonia mientras dos parejas del mismo sexo celebraron su homosexualidad en la tumba”. Y en las fotografías que publican puede verse a los protagonistas del suceso besándose sobre una lápida mortuoria. Además, invitan a otros a hacer lo mismo “peregrinando” a ese cementerio de Mississippi y enviando sus fotos. La razón de esta profanación de un recinto sagrado dedicado al recuerdo de los difuntos está en que se trata de un camposanto de la comunidad bautista de Westboro, cuyo pastor, Fred Phelps, ha sido diana de los movimientos pro-homosexualidad. De hecho, la “misa rosa” se celebró sobre la tumba de la madre de Phelps. El portavoz de la secta llega a afirmar que “el Templo Satánico ahora cree que Fred Phelps debe creer que su madre ahora es ‘gay’, en el más allá, debido a nuestra Misa Rosa… y nadie puede cuestionar nuestro derecho a nuestras creencias”.
Además, y aunque no daremos más detalles, este movimiento satánico se ha propuesto la “adopción” de un tramo de una carretera en Nueva York para mostrar su carácter cívico y de responsabilidad social, ha abogado públicamente por la creación de un Día Internacional en Defensa de los Apóstatas y Blasfemos, y ha defendido el uso de la expresión “¡Hail Satanás!” en la promoción del aborto libre. También lleva a cabo una campaña denominada “Proteger a los niños”, destinada a promover el libre ejercicio del satanismo en los colegios públicos de EE.UU. por parte de los menores de edad.
¿Qué es el Templo Satánico?
El Templo Satánico se considera “una religión organizada” y explica que la adoración demoníaca ha sido estigmatizada por el mundo, y sus adeptos “demonizados como resultado de malentendidos, intolerancia y oportunismo calumnioso”. Afirma en su web que no hay base histórica alguna para las acusaciones contra el satanismo, y se presenta como una realidad que se ha definido en el siglo XX y que ha sido víctima hasta ahora de irrelevancia pública y política, cosa que este grupo –del que no se ofrecen más datos concretos– pretende corregir. Así, en una especie de salida del armario, quieren normalizar a nivel social la práctica de la adoración al Diablo, y consideran que “el entorno social nunca ha estado tan preparado para acoger una nueva era satánica”.
Su líder es Lucien Greaves, que se presenta siempre como portavoz, aparentando así que se trata de un movimiento no jerarquizado. Su nombre real es Doug Mesner. Preguntado hace tiempo en una entrevista por el carácter satánico o satírico del Templo Satánico, contestó: “¿por qué no puede ser ambas cosas a la vez?”. También dijo que “mientras que la idea original era que el Templo Satánico necesitaba mantener alguna creencia en una entidad sobrenatural llamada ‘Satanás’, ninguno de nosotros creía verdaderamente en eso”, por lo que el Demonio es concebido “como un constructo metafórico en el que podemos contextualizar nuestras obras”.
Dice aceptar en sus filas “a todos aquellos que son justos y compasivos”, y ponen como condición para la afiliación que sus miembros participen en las actividades del Templo Satánico o se identifiquen con ellas. En sus documentos públicos quieren aparecer como un movimiento genérico que pretende “facilitar el crecimiento de la comunidad y movilizar políticamente a los satanistas, secularistas y defensores de la libertad individual que estén concienciados en torno a una causa común”. De hecho, la intención provocativa en el debate público es reconocida por el líder, que habla de la creación del grupo como una “píldora venenosa” en el debate sobre las relaciones Iglesia-Estado.
Para permanecer en el grupo –la pertenencia al cual es considerada como “un privilegio”– hay que estar de acuerdo con el espíritu y los principios de la secta, porque de lo contrario uno puede ser expulsado. La afiliación es gratuita, pero para tener una tarjeta acreditativa hay que pagar unas tasas.
Sus creencias: Satanás como símbolo
En su página web, el Templo Satánico presenta una larga cita de La rebelión de los ángeles (un libro publicado en 1914 por el premio Nobel de Literatura francés Anatole France) que ensalza la figura de Lucifer, un ser que “a aquellos que poseíamos un espíritu audaz, un alma inquieta, a los llenos de un amor salvaje a la libertad, nos ofrecía amistad, a la que nosotros correspondíamos con la adoración”. De esta forma, explica la figura del Demonio como un ser que reúne en sí las mayores aspiraciones humanas y llama a la compasión, “como un símbolo de la rebelión contra la tiranía de la autocracia y contra la tiranía de los dogmas arcaicos”. Es más, “Satanás se erige como el icono definitivo de la rebelión desinteresada contra la tiranía, de la investigación libre y racional, y de la búsqueda responsable de la felicidad”.
Se trata, pues, de un Satanás en el que se cree como símbolo más que como un ser real, “el Satán humanista”, algo necesario para distanciarse de Dios y de la Iglesia, “una fuerza simbólica” que conduce al hombre a su más pura autonomía. Hablan de él como una metáfora de la filosofía libertina, y extraen su propio concepto del Diablo de la literatura moderna. Se lee su figura desde la clave etimológica de Lucifer: el que trae la luz, el que ha hecho la mayor obra de amor por la humanidad, sacrificando su vida celestial junto a Dios convirtiéndose en un ángel caído para dar a los hombres el conocimiento y, con él, la felicidad.
Resumen su “teología” diciendo que Dios, debido a su carácter sobrenatural y a su perfección, no puede interactuar con el mundo creado, y por ello habría creado a Satanás, para “presidir el universo como su representante”. Haciendo una completa inversión de la doctrina cristiana sobre el demonio, el Templo Satánico afirma que “sólo Satán puede escuchar nuestras oraciones y sólo Satán puede responderlas. Mientras que Dios está más allá de la comprensión humana, Satanás desea ser conocido y cognoscible. Sólo de esta manera puede haber justicia y la vida puede tener sentido”.
Plantean su ideal doctrinal desde el “agnosticismo razonable” de acuerdo con los conocimientos humanos de cada momento histórico, y de esta forma “el satanismo es una religión en evolución, sin las trabas de doctrinas arcanas nacidas de mentes temerosas en tiempos oscuros”. Las creencias deben reformularse continuamente, adaptándose a los hechos. “Éste es el impulso luciferino a comer del Árbol del Conocimiento”, afirman, en una referencia directa al libro del Génesis y al pecado original, entendiéndolo como una liberación del ser humano.
La insistencia en la moral individual
Sus responsables afirman que situarse bajo el nombre de Satanás supone para ellos “confesar el escepticismo frente a todas las cosas, incluso –y especialmente– frente a todo aquello que es considerado sagrado”. Esto explica la fuerte campaña provocadora y anticristiana que han desatado con sus propuestas públicas que han sido comentadas al principio.
Cuando presentan su “misión” y su doctrina, insisten mucho en lo moral, presentándose como una forma de vida de acuerdo con “el sentido común práctico y la justicia”, y aluden directamente al epicureísmo. Afirman buscar la “benevolencia y empatía entre todas las personas”, basados en una ética individual que sigue la propia conciencia para hacer el bien. De esta forma pretenden aportar las ideas satánicas a la vida pública. Y resumen su moral en siete principios fundamentales: actuar con compasión y empatía hacia todos los seres de acuerdo con la razón, la lucha por la justicia, la inviolabilidad del propio cuerpo, respetar las libertades de los demás (incluida la de ofender), tener unas creencias ajustadas al conocimiento científico, reconocer y rectificar los errores… y al final señalan que “el espíritu de compasión, sabiduría y justicia debería prevalecer siempre sobre la palabra escrita o hablada”.
Para más información
Sobre la “misa negra” en Harvard:
http://infocatolica.com/blog/infories.php/1405081112-autorizan-la-celebracion-de-u
http://infocatolica.com/blog/infories.php/1405091050-la-archidiocesis-de-boston-ex
Sobre el monumento satánico:
http://infocatolica.com/blog/infories.php/1312101049-pretenden-erigir-un-monumento
http://infocatolica.com/blog/infories.php/1401081026-presentan-el-diseno-del-monum
http://infocatolica.com/blog/infories.php/1405070956-ee-uu-ultiman-la-estatua-sata