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Cuando se habla de Semana Santa por lo general se piensa en Jueves, Viernes y Sábado santos, pero la llamada Semana Mayor también abarca al Lunes, Martes y Miércoles.
Estos tres días nos dan la oportunidad de disponer nuestro espíritu para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo con verdadera fe y recogimiento. ¿Qué debemos hacer en estos días?
1El silencio
Es necesario disponer nuestro espíritu y abrir el corazón para escuchar la Palabra de Dios. Para ello es indispensable apartarnos del ruido que nos envuelve y nos agobia, principalmente con la idea de las vacaciones, del descanso y de estar horas y horas frente a un televisor.
2La reflexión
Son días propicios para reflexionar sobre la vida que nos ha regalado Dios. La meditación nos debe ayudar a entender dónde nos encontramos y hacia dónde debemos caminar, según la voluntad del Señor.
Esta reflexión la podemos realizar en un lugar apartado o en grupo. También podemos participar en las diversas actividades que organiza nuestra parroquia con motivo de este tiempo: pláticas, retiros y otros actos piadosos dirigidos a niños, jóvenes y adultos.
3La reconciliación
Podemos también aprovechar estos días para acercarnos al Sacramento de la Reconciliación, donde se experimenta el gran amor misericordioso del Padre bueno y compasivo que nos espera para darnos el perdón de nuestros pecados.
Guía para realizar una buena confesión
Si has decidido utilizar estos días para confesarte con un sacerdote, te recomendamos hacer un pequeño examen de conciencia.
Para ello puedes basarte en la siguiente guía:
Con Dios
En primer lugar debemos revisar nuestra relación con Dios. ¿Cómo va mi relación con Él? ¿Realmente ocupa el primer lugar en mi vida? ¿Es el motor de mi existencia? ¿Le doy el lugar que le corresponde? ¿Voy a Misa todos los domingos? ¿Tengo presente a Dios al despertarme y al concluir cada jornada? Si sigo como estoy, ¿me acerco cada día más a Dios, o me estoy alejando de Él?
Con el prójimo
En segundo lugar debemos valorar nuestra relación con el prójimo. ¿Cómo estamos con nuestros padres? ¿Cómo vamos con nuestra pareja? ¿O, cómo nos llevamos con nuestros familiares? ¿Somos justos con todos? ¿Cómo es nuestra relación con los compañeros de escuela o de trabajo? ¿Nos llevamos bien con nuestros vecinos? ¿Somos caritativos con los más necesitados, con los enfermos y con los abandonados?
Con nosotros mismos
Finalmente debemos revisar cómo estamos con nosotros mismos. ¿Somos egoístas, orgullosos, crueles, envidiosos, ambiciosos, lujuriosos, hedonistas, perezosos. etc.?
Vive estos tres días con mucha fe, piedad y paciencia y tendrás una Semana Santa diferente, transformadora, que te llenará de felicidad con Dios y con todos los que te rodean.
Basado en un artículo original del semanario Desde la Fe