Un plato histórico venezolano, aunque no apto para amantes de los animales
En Semana Santa es costumbre venezolana de hacer el pastel o cuajado de morrocoy la cual nos viene desde la época de la colonia -alrededor de 1779- según datos encontrados en los escritos “Historia corográfica, natural y evangélica de la Nueva Andalucía” del Fraile Antonio Caulín quien lo calificó en su tiempo como de “comida muy regalada” que se sirve en época de abstinencia del consumo de carne vacuna. La preparación de este plato tan apreciado desde los inicios de la colonia y cuyos ingredientes eran básicamente carne de morrocoy desmenuzada y huevo, resulta sumamente curiosa pues incluye usar como recipiente para su cocción la propia concha del animal.
A la combinación de ingredientes original se le fue agregando a lo largo del tiempo aquellos traídos desde la lejana España, tales como las alcaparras, aceitunas y las pasas. Y se le aplicó a su elaboración la técnica de la preparación de la famosa tortilla española.
El comer pastel de morrocoy en Semana Santa se ha convertido en una tradición que sin embargo tiene su lado “non sancto” en la manera cruel como se beneficia al animalito. El Morrocoy (Goechelonia Carbonaria) es un frágil animal que solía poder encontrarse viviendo de manera salvaje o en las haciendas al amparo de los humanos. En las ciudades hasta hace algún tiempo se lo veía como mansa mascota para los niños.
El sigiloso morrocoy ha convivido calladamente en los patios de las solariegas casas de ayer. Por ejemplo, es casi habitual en los caserones de nuestra amada parroquia de La Pastora donde se fue desarrollando un vínculo amistoso con las personas de las casas. Recuerdo que, cuando pequeños, a mi hermano y a mí nos encantaba ir a la casa de mi tía Carmen a ver a una pareja de morrocoyes que salían de su húmeda y segura guarida, apenas olían que les poníamos deliciosas y crujientes hojas de lechuga en la entrada de la misma, y las cuales comían con gran voracidad. Otras de las cosas que más nos llamaba la atención era como cada uno escondía sus extremidades dentro del caparazón y el mismo quedaba como si fuera un cascarón vacío.
Según investigaciones realizadas se dice que este plato nace en la época de la colonia como forma de burlarse de la Iglesia Cristiana a causa de la prohibición de comer carnes rojas por motivo de la cuaresma. En esta época de cuaresma, como solía decir mi abuela, existe la tradición -muy enraizada en la zona oriental y del llano venezolanos- de comer pastel o cuajado de morrocoy. En la mayoría de los hogares orientales, se come este plato en la Semana Mayor. En verdad es un plato insulso con mucho sabor a plátano maduro y que cuando se lo come se pueden encontrar unos pedazos de piel negra con escamitas amarillas o anaranjadas verdaderamente no muy agradables.
Aun recuerdo lo ocurrido durante mi niñez en una ocasión cuando pude observar como se sacrificaba un morrocoy: la escena, a mi corta edad, me pareció realmente dantesca. Han pasado los años y ya hombre, aun recuerdo aquel acontecimiento. No en valde después de vivir tan terrible experiencia nunca más tuve ganas de comer este plato tradicional de la cuaresma venezolana.
Del pastel de morrocoy hay muchas recetas: desde agregarle plátano maduro, hasta papa, -que ha sustituido al mapuey que es un tubérculo de temporada caliente-. En vista de que es un plato tradicional venezolano ideado para la cuaresma, y en aras de contribuir a que no se pierdan las tradiciones, vale la pena elaborar más bien una receta que nos acerca a la comida tradicional y nos permite abstenernos de comer carne de res. En ella se sustituye la carne de morrocoy por la de chigüire…
La próxima semana les escribiré esta receta alternativa para que puedan sorprender a los suyos con un delicioso plato “libre de pecado” y misericordioso a la vez con el querido morrocoy venezolano.
Pastel de morrocoy (tortuga)
Ingredientes:
* 2 Morrocoyes grandes
* 1/4 kilo de cebolla picada muy menuda (cuadritos)
* 2 plátanos maduros cortados en rodajas y fritos
* ½ de ají dulce (pimentón) picado muy menudo (cuadritos)
* ½ de pimentón picado muy menudos (cuadritos)
* ½ kilo de papas sancochadas (cocidas) y cortadas en rodajas
* 1 cajita de Pasas
* 1 franco mediano de Aceitunas sin semillas
* 1 docena de Huevos
* 6 huevos sancochados (cocidos), pelados y cortados en rodajas
* ½ taza de Aceite
* ½ taza de harina
* 1 cabeza de ajo machacado
* Salsa inglesa
* 1 ramita de perejil
* 1 ramita de celery (apio)
* 1 ramita de culantro
* 2 cucharada de alcaparras bien picadas o machacadas
* 1 rama de ajo porro
* Onoto (o colorante alimenticio)
* Sal al gusto
Preparación:
Se mata y se le saca el carapacho al morrocoy, se sancocha y se le quita la piel se arriba como una especie de cuerito, y se desmenuza el morrocoy muy bien, las partes del segundo cuero que no se pueden desmenuzar se pican con un cuchillo de forma muy menuda.
Se pican todos aliños y se ponen a freír con aceite.
Posteriormente se le añade el morrocoy desmenuzado, se guisa muy bien; las alcaparras se le agregan cuando ya va a estar listo.
Se sancochan las papas.
Las cebollas se pican en ruedas.
Tomas suficiente clara de huevo se baten a punto de suspiro y posteriormente le agregas las yemas, se le coloca sal al gusto y un punto de harina para espesarla (sin embargo la harina es opcional).
Tomas una bandeja tipo tortera, ó el mismo carapacho del Morrocoy y vas alternando como si fuera un pasticho, primero con huevo, papas, guiso, aceitunas, pasitas, plátano, guiso, huevo, etc.
Luego se van colocando tantas capas como sea posible, hasta terminar con todos los ingredientes.
Llevar al horno por aproximadamente 30 minutos o hasta que este listo. Puedes acompañar este rico plato, con arroz blanco y una ensalada mixta.