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Mateo Elias Nieves nació en San Pedro, Guanajuato, México. Estaba tan débil en el momento de su nacimiento que fue bautizado de inmediato porque se creía que no sobreviviría.
Padeció tuberculosis cuando era niño y casi muere a causa de la enfermedad cuando tenía 12 años.
Después de la muerte de su padre, Elías tuvo que mantener a su familia, pero finalmente pudo comenzar sus estudios en el colegio agustino de Yuriria.
Un agustino comprometido
Posteriormente ingresó a la Orden de los Agustinos, profesando votos religiosos en 1911 y recibiendo el nombre religioso de “Elías del Socorro”. Fue ordenado en 1916.
Elías se desempeñó como vicario parroquial en La Cañada de Caracheo, pero cuando comenzó la persecución del gobierno a la Iglesia en 1926, se refugió en el campo y continuó atendiendo a sus feligreses.
Detenido el 10 de marzo de 1928, fusilado a la vera del camino, mártir de su fe y compromiso con sus deberes de pastor.
El beato Elías del Socorro Nieves fue beatificado en 1997. Sus restos se veneran en la iglesia de La Cañada del municipio de Cortazar, en Guanajuato.
Una frase suya resultó profética:
Todo sacerdote que predica la Palabra de Dios en tiempos de persecución no tiene escapatoria; morirá como Jesús en la Cruz, con los brazos atados
Oración
Oh Dios, que tuviste agrado en dar luz a tu Iglesia
adornando al bienaventurado Elías con la victoria del martirio,
concédenos que, como él imitó la Pasión del Señor,
nosotros, siguiendo sus huellas, seamos dignos de alcanzar los gozos eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios,
por los siglos de los siglos.
Amén.
(del Misal Romano: Común de mártires—Para un mártir)
