La “hoja de ruta de la UE contra la homofobia y las discriminaciones basadas en la orientación sexual y la identidad de género, ¿medio fracaso o media victoria?
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Tras el informe Estrela, rechazado por poco, el informe Lunacek fue aprobado este martes por una amplia mayoría en el Parlamento europeo, por 394 votos contra 176 y 72 abstenciones. Explícitamente bautizado como “hoja de ruta de la Unión Europea contra la homofobia y las discriminaciones basadas en la orientación sexual y la identidad de género”, este informe fue introducido por la diputada ecologista austriaca LGBT Ulrike Lunacek.
Gran sorpresa, a unas semanas de las elecciones europeas. También en el interior del grupo Partido Popular Europeo (PPE), el 30% de los diputados han aprobado el texto, un poco más de la mitad lo han rechazado y los demás se han abstenido. Los representantes de la CDU/CSU han votado en contra en total, y 25 diputados de UMP han votado en contra, prefiriendo dar su voto a un texto alternativo presentado pro Philippe de Villiers, apelando a luchar contra las discriminaciones pero sin mencionar la orientación sexual. Es destacable que dos diputados europeos del UDI hayan votado a favor del informe.
Un largo trabajo de presión a la jerarquía europea
Los redactores de la web http://www.turtlebayandbeyond.org han analizado párrafo a párrafo el contenido de este informe. Según el blog, “desde hace muy poco tiempo, los lobbies homosexuales feministas pro-aborto ven en las instituciones de la Unión Europea el lugar perfecto para promover su agenda lejos de las miradas de la gente: estas instituciones están muy alejadas de los ciudadanos ordinarios, pero son muy receptivas a la influencia de los lobbies (en particular los que han creado ellas mismas).
Desde hace años, la Unión Europea ha adoptado informes, documentos de trabajo y otras proposiciones de ley dirigidas a promover la homosexualidad, y en la mayoría de los casos el gran público no tenía conciencia de lo que pasaba.
Pero ahora la cosa ha cambiado: el éxito de la iniciativa ciudadana “One of Us”, el rechazo al informe Estrela y la movilización de masas de ciudadanos contra el informe Lunacek muestra que la gente está ahora al corriente de las actividades del parlamento europeo y se implica.
Por supuesto que no hay nada que impida a los políticos elegidos votar a favor de textos que serían rechazados por su electorado, pero eso tiene un precio, y el añadido podría presentarse perfectamente en las próximas elecciones”.
En un comunicado, la delegación francesa del grupo PPE ha pedido que “se respete la soberanía de los Estados miembros (···). No se puede por tanto asociar a ello que se le pida a un Estado miembro reconocer actuaciones civiles como el matrimonio homosexual llevadas a cabo en otro Estado miembro, si no lo reconoce su propia legislación. La cuestión del matrimonio homosexual es un tema sensible que debe dejarse a la apreciación de cada Estado miembro y de su población conforme al principio de subsidiariedad”.
También la delegación francesa del grupo PPE ha rechazado “apoyar la promoción de cualquier tipo de educación sexual en los programas destinados a la juventud de la Comisión europea. Hay que abordar el tema de la cuestión de la educación sexual con mucha vigilancia, y reconocer ante todo la función central de la familia en la materia. Finalmente, el tema de la identidad de género debe ser objeto de debates políticos en profundidad”.
¿Hay que valorar la adopción de este informe como un medio fracaso o una media victoria? Este voto es claramente una decepción, pero sus consecuencias continúan siendo limitadas. De hecho, el informe Lunacek va contra muchos aspectos de las reglas del derecho europeo, comenzando por el principio de subsidiariedad.
Pero por el contrario no va tan lejos como el informe Estrela, rechazado in extremis porque abogaba por “hacer progresar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, entre ellos el referente al acceso al aborto o a la fecundación asistida”.
El apartado más importante, justo antes de su inclusión, el informe Lunacek lo precisa en su párrafo quinto, que indica que “esta política global debe respetar las competencias de la Unión Europea y de sus agencias, así como de los Estados miembros”.
Y el mayor aliento para los años futuros sigue siendo sin duda la movilización sin precedentes de ciudadanos europeos sencillos contra este informe y por la defensa de los derechos humanos.