Sigue la polémica por palabras del Papa sobre los homosexuales durante el vuelo a Río
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En México, como en muchos otros países del mundo, las declaraciones sobre los homosexuales del Papa Francisco a los reporteros que lo acompañaban en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma han causado que corra mucha tinta.
En algunos casos se ha llegado a afirmar que con estas declaraciones se “pone fin a la homofobia propia de la Iglesia católica”.
Al respecto, el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México) ha salido al paso de los periodistas y subrayó que “la Iglesia jamás ha rechazado a la comunidad lésbico-gay”.
La postura del Papa es la de la Iglesia
Para el cardenal mexicano –quien hace frente a la arquidiócesis más importante en número de vocaciones del continente americano– "si lo analizamos, el Papa no expresa otra que cosa más que la postura de la Iglesia, la postura de siempre sobre este tema”.
Dicha postura ya ha sido establecida por el catecismo de la Iglesia Católica y “es que las personas que tienen preferencias sexuales por el mismo sexo, son personas dignas de todo respeto, dignas de todo valor, y con todos sus derechos; pero lo que la Iglesia siempre ha condenado es el comportamiento homosexual".
Aseguró el cardenal Robles Ortega que nunca se ha pretendido –desde la Iglesia católica– señalar a la persona. "Una cosa –dijo– es acusar al pecador y otra cosa es señalar el pecado”.
La Iglesia no quiere descalificar
En medio de la discusión sobre los dichos del Papa –en la cual no faltan quienes quieren “defender” al Pontífice—el cardenal Robles Ortega fue muy claro al señalar que “la Iglesia no quiere acusar, no quiere condenar, no quiere descalificar a la persona, sino el comportamiento que la Iglesia lo considera en contra de la naturaleza".
Ya en el año de 1986, continuó diciendo el mitrado mexicano, “el Papa Juan Pablo II, pidió a toda la Iglesia que las personas homosexuales debían de ser acogidas, debían de ser tratadas con el valor de su dignidad y debían de ser atendidas en su problemática”.
"En ese documento se nos decía que las personas de esta identidad también son parte de nuestra pensión pastoral, y a las personas se les pedía que en la medida de lo posible ellos vivan también sin su condición de homosexuales, considerando que su comportamiento puede ser señalado como inmoral", terminó diciendo el arzobispo de Guadalajara.