El Papa inaugura un Centro de Atención para drogadictos
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La impasible estatua del “Pobrecillo de Asís” contempla la escena: el ir y venir de los encargados de acondicionar el espacio donde cientos de personas podrán reunirse con el Papa en el Hospital San Francisco que atienden los hermanos y hermanas de la Fraternidad San Francisco de Asís y de la Providencia de Dios.
Este hospital, que se ubica en el barrio de Tijuca, al norte de Río de Janeiro, fue fundado en 1748 por la Tercera Orden de San Francisco –comúnmente llamados “terciarios franciscanos” y hoy conocida como Orden Franciscana Seglar (OFS)– formada por hombres y mujeres laicos que siguen el estilo de vida del “Poverello”.
Fray Francisco Belotti, director del hospital señala que en 1933 el hospital fue trasladado del centro de Río de Janeiro y se inauguró oficialmente el actual edificio, que desde entonces fue creciendo hasta convertirse en un moderno centro donde también hay una escuela de enfermería y se realizan operaciones de alta complejidad como trasplantes de riñón e hígado. “Hace tres años, el edificio estaba al borde de la bancarrota, pero hoy tiene 648 camas de internación y más de 800 médicos”.
Para fray Belotti la razón por la que el Papa Francisco eligió tener un encuentro con los jóvenes enfermos del Brasil es clara y sencilla: “El Papa eligió este hospital porque es jesuita de orden y franciscano de corazón”. Y abunda: “Francisco quiere encontrarse con jóvenes dañados por las drogas, porque este es uno de los grandes problemas en Río de Janeiro. Brasil es el primer país del mundo en consumo de droga, especialmente crack, que destruye el cerebro, la vida, la familia”.
Tocar la carne de Cristo
El Papa Francisco, durante su pontificado, con palabras y obras ha insistido en que los cristianos estemos cerca de los que sufren, al estilo del Buen Samaritano. Por eso en su agenda en la JMJ ha buscado incluir las más realidades posibles que afectan al mundo de hoy, particularmente al de los jóvenes.
En este sentido, la salud es uno de los problemas más acuciantes en Brasil, y una de cuestiones que más han estado presentes en las protestas del pueblo carioca en las últimas semanas. Y es que el gigante de Latinoamérica existen 1.8 médicos por cada mil habitantes; sin embargo, en 22 estados, esta cifra está por debajo de la media nacional. Informes de Organizaciones No Gubernamentales de Brasil señalan que hacen falta más de 50 mil profesionales para atender la salud del pueblo.
Centro de Atención para Adictos
Este día también el Santo Padre Francisco inaugura el Centro de Atención Integral de Salud Mental (PAI, por sus siglas en portugués), que funcionará en el Hospital San Francisco de Asís de la Providencia de Dios.
La construcción del Centro se enmarca entre las actividades del legado social que la JMJ Rio2013 pretende ofrecer a la sociedad brasileña. Concretamente, la Arquidiócesis de Río de Janeiro está creando una Red de Tratamiento de la Drogadicción con la que busca contribuir al desafío de implementar acciones que puedan generar resultados efectivos en el tratamiento y la reinserción social de las personas que padecen este flagelo.
El hospital pretende dar importancia no sólo a la atención médica, sino buscar una atención integral al paciente, considerando también su dimensión trascendente y religiosa. Según el director ejecutivo, Italo Marsili, sólo el 12 % de los pacientes tratados en estructuras médicas públicas logran superar la drogadicción, mientras esa proporción llega al 60% en estructuras médicas promovidas por instituciones religiosas o que dan valor a la dimensión espiritual del paciente. Los programas de formación de asistentes sociales reconocen que las primeras instituciones de asistencia social en Brasil fueron de la Iglesia.
El hospital pretende convertirse en un medio de capacitación de profesionales de diferentes áreas sobre los diferentes tipos de drogas y los efectos que las mismas tienen, principalmente en las personas que se encuentran en una situación vulnerable y de riesgo social. Los gestores del hospital, a cargo de la Associaçao e Fraternidade São Francisco de Assis na Providência de Deus, están en negociaciones para determinar la colaboración financiera de las autoridades sanitarias y de la sociedad civil, con el fin de poder ofrecer servicios gratuitos a los pacientes necesitados.
Vivir el seguimiento de Cristo con radicalidad
La Asociación y Fraternidad de San Francisco de Asis es una novedosa congregación religiosa fundada por Nélio Joel Angeli Belotti, hoy conocido como Frey Francisco, que, desde su formación presbiteral, siempre tuvo claro que el sacerdocio “va mucho más allá de la predicación con palabras, y se concreta en la práctica del amor, de la caridad”.
Inspirado por la vida de San Francisco de Asís, quiso dedicarse como aquél a los enfermos de lepra, pero en un retiro descubrió que debía enfocar sus esfuerzos a atender a las víctimas de la “lepra de hoy”: los adictos a las drogas. Así, del deseo de vivir radicalmente el sacerdocio, según el mandato del amor hecho vida en el “pobre de Asís”, nació la Associação Lar São Francisco de Assis na Providência de Deus, que después se convertiría en la Fraternidad religiosa que hoy en día cuenta con diversas obras de caridad.
“Jesús recorría las ciudades y pueblos anunciando la Buena Nueva, curando a los enfermos, expulsando a los demonios…y después se retiró a solas para orar”. Cita Frey Francisco. “En esta misión de acoger a aquellos que el mundo desecha, asumimos tres dimensiones: misionera, que consiste en anunciar las Buenas Noticias de Dios en Jesús, para sus hijos; la asistencial y de salud, especialmente a los más necesitados; y la contemplativa, que nos ayuda a estar siempre en sintonía con el querer de Dios”.
Hoy en día la Asociación y Fraternidad San Francisco y de la Providencia de Dios cuenta con diversas obras de atención social, como el Hogar Buen Samaritano, en Sao Paulo, dedicado a atender a personas en situación de calle, migrantes y familias pobres. Administra 13 hospitales generales, 2 hospitales de especialidades, pequeños centros de salud, farmacias y dispensarios médicos, centros de atención para alcohólicos y drogadictos, centros de acogida y atención para enfermos de VIH/SIDA, un comedor popular y un centro de espiritualidad.