La selección ecuatoriana de fútbol pudo celebrar con su público la obtención de una plaza para disputar el próximo Mundial que se jugará en noviembre en Catar. Detrás de este logro, el técnico de origen argentino Gustavo Alfaro. En este caso, el hombre que ayudó a Ecuador a disputar el cuarto Mundial de su historia y quien en las últimas horas volvió a ser noticia por su discurso motivador.
Las palabras de Alfaro acontecieron tras el empate contra Argentina, pero dejaron de manifiesto una capacidad de liderazgo y empatía, parte de la explicación de por qué Ecuador logró la tan ansiada clasificación.
Rodeado de sus jugadores, Alfaro reconoció que está viviendo uno de los momentos más felices de su vida. Y haciendo referencia a los jugadores continuó:
“Ellos son los verdaderos artífices de todo, porque fueron capaces de creer. Porque tomaron la posta de muchos equipos que habían hecho historia en Ecuador. El desafío era una pared negra, donde ellos tenían que colgar su cuadro en la historia, pero para eso tenían que creer y ellos creyeron desde el primer día”.
“Se encolumnaron, fueron pacientes, fueron perseverantes, pero fueron cazadores de utopías imposibles. Porque nadie creía en Ecuador y hoy está de pie y le dice presente al mundo”, prosiguió.
“Es el inicio de algo importante. El desafío es de 17 millones de personas. Nosotros somos quienes vamos a llevar adelante la voluntad y los sueños de un país. Vamos a luchar por hacerlos felices. Y si no podemos conseguir lo que el país quiere, vamos a dejar la vida para que sientan la dignidad de un grupo que se siente identificado con una bandera, con un escudo y con un himno nacional”, afirmó en medio de gritos y de aplausos.