Aleteia logoAleteia logoAleteia
domingo 19 mayo |
Domingo de Pentecostés
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

¿Hay algo más en la vida que saciar deseos?

pexels-photo-1903608

Pexels

Carlos Padilla Esteban - publicado el 19/02/19

Las "desventuranzas" y la depresión por éxito: cuando llego a una meta anhelada, a un éxito deseado, vuelve la tristeza

Jesús les muestra a los que le escuchan el camino de la infelicidad:

“Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas”.

Infeliz si soy rico. Cuando precisamente me obsesiona el dinero, la comodidad, la seguridad, el bienestar.

Necesito el dinero para vivir tranquilo. La falta de dinero me quita la paz. Tensa mis vínculos. Me vuelve desconfiado. Me llena de amargura.

¿Por qué no seré feliz si soy rico? Porque ya tendré mi consuelo. Porque estaré saciado. Porque esa dependencia de mi dinero no colmará mis ansias de infinito.




Te puede interesar:
El secreto para crecer es compartir

Eso lo sé. Rico de bienes en la tierra. Vacío de bienes en el cielo. No quiero vivir saciado. Además, nunca estaré saciado del todo.

Siempre surgirá en mi alma una nueva necesidad. Un clamor dentro de mí. Un deseo incontrolable. Brotará de mi corazón un ansia que no puedo calmar. Y necesitaré seguir buscando. Siempre más. Me volveré ambicioso.

La ambición me hace perder otros valores por el camino. ¿Qué estoy dispuesto a hacer por lograr estabilidad económica, o más bienes, o más dinero? ¿Qué principios puedo llegar a dejar de lado por tener más?


PILGRIMAGE

Te puede interesar:
Cuando la ambición termina, la felicidad comienza

Entro en la rueda del dinero. Me acostumbro a conseguir más y mi nivel de vida me pide más. Llega un momento en el que ya vivo por encima de mis posibilidades. Me endeudo. Entro en la rueda.

Busco estar saciado, vivir colmado, lleno. ¿Soy feliz? En esa rueda, rodeado de los que como yo tienen dinero y están saciados, me siento insatisfecho.

Algo en mi alma me dice que ese no es el camino. Y yo accedo. Acepto la realidad. No puedo vivir saciando todo deseo que brota en mi alma. Cuando llego a una meta anhelada, a un éxito deseado, vuelve la tristeza.

Leía el otro día: “En psicología, esto se conoce como depresión por éxito, como si la persona, una vez concluida la empresa y alcanzada la meta, hubiera perdido con ello el caudal de energías y motivaciones que hasta entonces había invertido en ello”[1].

No quiero ese éxito que cuando lo toco me deja triste y deprimido. No quiero una alegría tan pasajera que con prontitud me deja marchito.


HAPPY

Te puede interesar:
Vive como un niño: copia estas 9 cosas y serás más feliz

[1] Giovanni Cucci SJ, La fuerza que nace de la debilidad

Tags:
depresiondeseofelicidadriqueza
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.